El glifosato contamina las aguas superficiales y subterráneas peninsulares con concentraciones hasta miles de veces superiores a las permitidas en algunos municipios.
Glifosato en todas la cuencas
La presencia del herbicida en todas las cuencas peninsulares analizadas es uno de los resultados del informe de Ecologistas en Acción «Contaminación por glifosato en el medio acuático«.
Fue necesario esperar meses tras la petición ambiental al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) para contar con los datos de la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Por fin, con los datos en bruto en la mano, el análisis dejó ver que el glifosato podía detectarse en mayor o menor concentración en todas las cuencas hidrográficas de las que se obtuvieron datos.
Esta situación deja en entredicho el supuesto control de las emisiones de este herbicida que pretenden vender las autoridades de cara a su futura renovación en Europa.
No solo no se controla, sino que en algunos municipios, la cantidad de glifosato en el agua fue miles de veces superior al valor de referencia.
Principales datos sobre la contaminación
Según los datos del MITERD, que recogen los de los organismos de cuencas, en aguas superficiales se detectó glifosato en el 31% de las muestras (42% para su metabolito de degradación AMPA). El valor límite de referencia, que es 0,1 μg/l según la Guía para la Evaluación del Estado de las Aguas, se superó en un 22 % de las muestras tomadas. En cuanto al AMPA, el valor de referencia de 1,6 μg/l se superó en un 17 % de muestras.
Respecto a las aguas subterráneas, tanto glifosato como AMPA se detectaron en un 11% y un 0,3% de las analíticas. En un 7% y un 0,3% de las mismas se superó el valor límite de 0,1 microgramos por litro para un pesticida en particular y de 0,5 microgramos por litro para la suma de todos los pesticidas detectados en un mismo análisis, que establece la Directiva de Aguas Subterráneas.
En la siguiente tabla recogemos estos valores para el glifosato:
Valores de glifosato miles de veces superiores al permitido
Otra conclusión que permiten ver los datos oficiales es que, en algunos gravísimos casos, la concentración por glifosato en agua ha sido miles de veces superior a los valores límite legales.
Andalucía se lleva la palma. Respecto a las aguas superficiales, en el año 2015, se detectó en Alcolea (Almería) una concentración de 143μg/l , lo que supone multiplicar por 1.430 el límite de referencia de 0,1 μg/l. Cabe destacar el valor de 200μg/l de 2016 se detectó en Frigiliana, Málaga, provincia donde también se produjeron los máximos de contaminación de los años 2018 y 2019, en Antequera e Igualeja, respectivamente.
En cuanto a las aguas subterráneas, asombran los valores de los años 2018 y 2019. Los 200 μg/l se detectaron en Beas o los 293 de Chipiona.
¿Qué hacer con estos datos?
Ecologistas en Acción ya ha denunciado ante las instituciones la grave contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, con el consiguiente impacto a la vida acuática. También se han compartido estos datos con las entidades europeas encargadas de la renovación del herbicida en Europa, que se decidirá en diciembre de 2022, alegando la grave contaminación difusa con este tóxico.
Recordemos que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer declaró que la exposición al glifosato podía estar relacionada con el cáncer. Además, numerosos estudios determinan que en un disruptor endocrino. Sin olvidar la evidencia científica sobre los daños que causa en plantas y microorganismos.
El objetivo es que no se vuelva a autorizar la sustancia activa glifosato en Europa. Aunque también sería una victoria si el Estado español decide prohibir la venta de plaguicidas formulados con glifosato, algo para lo que tiene potestad.
Enlace al informe: https://www.ecologistasenaccion.org/179436