La UE tiene la oportunidad de cambiar de trayectoria y frenar la actual crisis de contaminación, que mata y vulnera derechos de la infancia.
La amenaza de la contaminación química en la UE
En la UE cada año consumimos 200 millones de toneladas de sustancias químicas peligrosas para la salud. De las 100.000 sustancias presentes en el mercado, sólo 500 se han caracterizado de forma exhaustiva, mientras que aproximadamente 70.000 siguen siendo poco conocidas.
La consecuencia es que la exposición humana a tóxicos es «alarmantemente elevada» según la iniciativa europea de biomonitoreo humano HBM4EU que analizó a 13.000 personas de 28 países.
Si la contaminación química representa una amenaza para la salud humana y ecológica, es una amenaza aún mayor para niños y niñas. Tóxicos como los disruptores endocrinos tienen un impacto desproporcionado en las primeras etapas de la vida, en las que la exposición a concentraciones mínimas puede producir daños irreversibles en el desarrollo, como trastornos neurológicos y alteraciones duraderas en los sistemas esenciales del organismo.
La contaminación viola los derechos de la infancia
Los actuales niveles de contaminación vulneran una amplia gama de derechos de la infancia, reconocidos por la legislación de la UE e internacional. Entre ellos, los derechos a la vida, a la salud, a la integridad corporal y a un medio ambiente sano, así como los derechos al juego y al desarrollo, y el derecho de los niños a ser escuchados en todos los asuntos que les conciernen. Además, el impacto desproporcionado de las químicos sobre los niños marginados viola derecho a no sufrir discriminación.
La infancia se expone a tóxicos en el aire de sus escuelas, en su comida, en el agua que bebe, pero también se exponen a los tóxicos presentes en sus juguetes e incluso en los pañales.
Infancia en manos de la UE
Ante las inminentes elecciones europeas, queremos recordar a votantes y representantes políticos que niños y niñas merecen todos los derechos humanos, no porque sean los «adultos del mañana», sino porque son seres humanos hoy.
La UE puede poner fin a la enorme contaminación infantil en Europa y más allá de sus fronteras, como prometió en su «Pacto Verde» o permitir la pandemia de enfermedades silenciosas asociadas a la contaminación.
Es hora de hacer real esa promesa y enfrentarse a la industria y a los grupos conservadores que siguen presionando para que no se lleven a cabo las necesarias revisiones de la legislación sobre sustancias químicas.
El Relator Especial de la ONU sobre tóxicos y derechos humanos junto al Relator Especial de la ONU sobre derechos humanos y medio ambiente advierten: «Dada la trayectoria de la humanidad en materia de tóxicos, cambio climático y pérdida de biodiversidad, el planeta corre el riesgo de convertirse en una zona de sacrificio humano«.
Recomendaciones a la UE
1 Reforma de la ley de sustancias químicas
El interés superior de la infancia debe ser una consideración primordial a la hora de orientar la reforma de la legislación de la UE sobre sustancias químicas. Hasta el momento, la UE ha fallado al abandonar su promesa de prohibir las sustancias químicas tóxicas en los productos de consumo.
2 Sin datos no hay mercado
La UE debe aplicar mejor el principio legal de «sin datos no hay mercado», y no permitir que sustancias químicas con datos de seguridad inadecuados entren en el mercado. Además, es la industria química quien debe demostrar sin lugar a dudas que las sustancias no plantean ningún daño.
3 Evaluar sustancias por grupos
Las sustancias químicas pueden agruparse para una evaluación eficaz en lugar de evaluarse por separado, que requiere tanto tiempo que resulta poco práctico. Esto evitaría que tras décadas demostrando que el bisfenol A es tóxico, la industria lo sustituya por otro bisfenol, como el S, igual de tóxico aunque menos analizado.
4 Efectos combinados
La UE debe alejarse de la evaluación de sustancias individuales, que es insuficiente, y tener en cuenta los efectos combinados de varias sustancias químicas, una situación más realista. El hecho de que ciertas sustancias químicas amplifiquen sus impactos adversos al estar junto a otras merece mayor relevancia en la toma de decisiones.
5 Limitar las excepciones
La UE permite que algunas sustancias no cumplan la normativa. Estas excepciones deberían ser temporales mientras se buscan sustitutos seguros y sólo cuando la sustancia sea inequívocamente esencial para la sociedad.
6 Prohibición de las exportaciones
La UE no debe permitir que los productos químicos que ha prohibido en la Unión se exporten a países extracomunitarios.
7 Cumplir la ley
Debe mejorarse la aplicación de las leyes de tóxicos. Niños y niñas deben poder tener acceso a la justicia para solicitar la reparación de los daños ante los tribunales.
Descarga aquí el informe de la organización CRIN «Las leyes actuales sobre sustancias químicas de la UE permiten graves violaciones de los derechos de los niños. ¿Cómo podemos detener esto?«