Las mutuas de seguros de salud no quieren seguir pagando por enfermedades causadas por exposición laboral a plaguicidas. Denuncian el abandono del objetivo de reducción del 50% y piden que se implemente la agroecología.
«La Seguridad Social lleva ochenta años pagando las externalidades negativas de la industria, y eso ya no es posible«.
40 mutuas de seguros de salud piden reducir plaguicidas
Un grupo de 40 mutuas de seguros y de organizaciones de salud pública, que representan a más de 20 millones de personas, denuncian la decisión de la UE de abandonar el objetivo de reducir el uso de pesticidas en un 50%.
A los seguros no les salen las cuentas si tienen que pagar las externalidades negativas de la industria de plaguicidas y agrícola. Es decir, no quieren pagar las enfermedades crónicas ocasionadas por la exposición a plaguicidas.
Por eso, el pasado 11 de abril, organizaron una conferencia en Bruselas con científicos, asociaciones, empresarios, sindicatos y políticos para alertar a las autoridades europeas sobre los problemas de salud pública que plantea la exposición profesional a estos tóxicos.
Según Nathalie Mayance, Presidenta de Apivia Macif Mutuelle (1,8 millones de socios): «Las mutuas de seguros han tardado en sentirse legitimadas en esta cuestión medioambiental. Durante mucho tiempo consideraron que era un ámbito reservado a las asociaciones ecologistas. Ahora, varias de ellas tienen claro que cuando hablamos del declive de la biodiversidad, estamos hablando de salud pública.
Grupos tan distintos como ecologistas y compañías de seguros coinciden en estos 4 puntos clave:
- La exposición laboral a plaguicidas enferma.
- Aumentan las enfermedades crónicas asociadas..
- Las arcas públicas están pagando costes que deberían pagar la industria de plaguicidas y la agroalimentaria.
- Es imprescindible reducir el uso de plaguicidas e implementar la agroecología.
Mayance afirma que «la Seguridad Social lleva ochenta años pagando las externalidades negativas de la industria, y eso ya no es posible. De seguir así, todo el mundo va a tener que hacer enormes contribuciones para aumentar el presupuesto de la Seguridad Social, o depender más de los regímenes complementarios y nuestros afiliados también tendrán que pagar más…»
La mutuas de seguros no quieren seguir asegurando riesgos sin hacer preguntas. Quieren que esta conferencia tenga un efecto de arrastre que cambie la forma de actuar de las empresas.
El amianto: 90.000 muertes evitables
Las mutuas emplearon los costes sanitarios relacionados con la exposición al amianto como ejemplo. Recordaron que el amianto causa cerca de «90.000 muertes al año en Europa, según un estudio del Instituto Sindical Europeo. Muertes que son totalmente evitables».
Como el amianto ha «pasado de moda«; los diagnósticos técnicos no están actualizados, lo que pone en peligro a trabajadores y resto de ciudadanos, como los niños y profesores cuyas escuelas aún contienen amianto. Según un estudio publicado en 2019 por Santé publique France, entre 20 y 60 trabajadores de la educación en Francia desarrollan mesotelioma cada año como resultado de la exposición ocupacional.
Por esta razón, 30 aseguradoras, que cubren a 10 millones de personas, pidieron a la Presidenta de la Comisión Europea y a la Presidenta del Parlamento Europeo la retirada de este tóxico de todos los edificios públicos. Su petición cuenta con el apoyo de la Federación Europea de Trabajadores de la Construcción y la Madera (FETCM), que figuran entre los más expuestos a la fibra asesina, sobre todo en los proyectos de renovación energética.
Los plaguicidas enferman
Las mutuas afirman que la mayor exposición a plaguicidas está generando más enfermedades crónicas que nos cuesta dinero a toda la población. Por eso denuncian el abandono por parte de la UE del objetivo de reducción del 50% del uso de plaguicidas.
El párkinson es uno de los escasos ejemplos de enfermedad en los que se acepta la relación con los herbicidas. Países como Italia, Francia y más recientemente, Alemania, reconocen al párkinson como enfermedad laboral de agricultores expuestos a plaguicidas (no así España).
Además, las mutuas de seguros piden que se mejore la evaluación de los plaguicidas antes de autorizar su comercialización ya que solo se evalúa la toxicidad del principio activo aislado, pero no la toxicidad del producto final (principio más los coformulantes). Esta forma de evaluar la toxicidad deja fuera sustancias muy tóxicas, que pueden afectar a la salud de los trabajadores. Véase como ejemplo el coformulante del herbicida glifosato llamado POE-tallowamina, tan tóxica que la UE la prohibió.
Por último, pidieron a los dirigentes europeos una Europa 100% agroecológica y sin plaguicidas para el año 2050, «con un objetivo intermedio del 25% de agricultura biológica de aquí a 2030«, explica Martin Rieussec-Fournier, coordinadora de la conferencia.
«Estamos codo con codo con los agricultores, que son los primeros en morir a causa de los pesticidas«.