La UE permite no solo el uso de cancerígenos en tuberías de agua potable, también de reprotóxicos, mutagénicos y disruptores endocrinos que podrían contaminar peligrosamente el agua de toda la población.
Cancerígenos en tuberías de agua potable
La Decisión de ejecución 2024/367 de la Comisión, publicada el 23 de abril en el Diario Oficial la UE, establece una lista de sustancias que los Estados pueden utilizar en materiales en contacto con agua potable, como tuberías, etc. El objetivo es establecer disposiciones concretas para la aplicación de la Directiva de Agua destinada al consumo humano.
En esta lista de 2.028 sustancias permitidas aparecen, según análisis de Ecologistas en Acción, cancerígenos, sustancias que dañan el ADN, sustancias que dañan a la reproducción y disruptores endocrinos.
Todas ellas sustancias que nunca deberían estar en contacto con el agua que bebemos por el riesgo de contaminarla gravemente.
Cancerígenos y otros tóxicos
Entre los tóxicos permitidos por la UE, Ecologistas en Acción destaca estos:
- Cloruro de vinilo (75-01-4), clasificado por la Agencia Europea de Sustancias Químicas (en adelante, ECHA) como carcinogénico 1A, categoría que se aplica a las sustancias cuando se sabe que es un carcinógeno para los humanos en base a la existencia de pruebas en humanos.
El cloruro de vinilo es la pieza elemental del plástico PVC (de policloruro de vinilo) que la propia ECHA evaluó a petición de la Comisión. La evaluación de la ECHA confirma que se necesita regular el PVC y sus aditivos. En la actualidad hay una campaña para pedir su prohibición porque genera impactos en la salud tanto en su producción como en su uso y eliminación.
- Ftalato de bis (2-etilhexilo) DEHP (117-81-7), plastificante considerado por la ECHA como reprotóxico con categoría 1B, es decir, que induce mutaciones hereditarias en las células germinales humanas, y disruptor endocrino, que daña el funcionamiento del sistema hormonal.
- Ftalato de dibutilo (84-74-2), clasificado como tóxico para la reproducción y disruptor endocrino. Además, está siendo evaluado por la ECHA por sus características de persistencia y bioacumulación.
Los ftalatos son un grupo de aditivos sintéticos que se utilizan para multitud de usos desde dar ciertas características a los plásticos como fijar perfumes en cosmética.
Aunque evidencia científica ya ha demostrado el peligro que suponen algunos de ellos para la salud, pasarán décadas hasta que la ciencia tenga tiempo de analizar los efectos de todo el grupo de ftalatos. Durante ese tiempo, la población y la naturaleza seguirá expuesta a estos tóxicos a no ser que se restrinja todo el grupo de sustancias, algo que las organizaciones civiles pedían con la reforma de la ley de sustancias químicas europea (el Reglamento REACH). Por desgracia, esta reforma ha sido negada por la Comisión actual.
Otras sustancias peligrosas que estarán en contacto con el agua según la lista publicada:
- Formaldehído (CAS 50-00-0), clasificado por la ECHA como sustancia carcinogénica 1B, categoría que indica que se supone que es un carcinógeno para humanos en base a la existencia de pruebas en humanos, y mutagénico 2, por lo que es sospechoso de causar alteraciones genéticas hereditarias.
- 2,6-Disocionato de tolueno (91-08-7), clasificado por la ECHA como sospechoso de ser carcinogénico (clase 2), sensibilizante para la piel y sensibilizante para el sistema respiratorio.
- Fenol (108-95-2), clasificado por la ECHA como sospechoso de ser mutagénico 2.
¿Podrá protegernos el Ministerio de Sanidad?
La UE no ha aprovechado la magnífica oportunidad que le brindaba la nueva Directiva de Agua para consumo humano para evitar la presencia de tóxicos en contacto con agua.
No deben permitirse en materiales en contacto con el agua sustancias que pueden liberarse y afectar a la salud humana. Por cierto, tampoco deberían permitirse en materiales en contacto con alimentos, como envases. Por desgracia, la legislación si deja que se utilicen en envases, con una condición: que la cantidad de tóxico que se libera no supere un determinado límite. Esta condición no existe si esos tóxicos se emplean en tuberías del agua.
Ahora la pelota está en España. ¿Podrá Sanidad evitar que terminen tóxicos cancerígenos en las tuberías de agua potable? Ecologistas en Acción exige al Ministerio de Sanidad que «revise esta lista y, haciendo uso de su potestad ministerial, prohíba el uso de las sustancias nocivas en cualquier material o producto en contacto con el agua potable”.
Un agua saludable es un derecho de la población y un asunto de salud pública.