· La contaminación química y sus efectos indeseados no han dejado de crecer desde mediados del siglo XX.
· Este tipo de contaminación tiene el potencial de alterar los procesos vitales de los que depende la vida humana en nuestro planeta.
· Recientemente el Centro de Resilencia de Estocolmo ha cuantificado el límite planetario de la contaminación química y ha concluido que ya hace tiempo que lo hemo superado.
Los nueve límites planetarios
Nuestro planeta tiene límites que no se pueden superar sin sufrir una cascada de efectos que destruyan la estabilidad que ha permitido la vida humana.
Esta es la idea base, a partir de la cual el Centro de Resilencia de Estocolmo desarrolló el concepto de límites planetarios.
Se han identificado 9 procesos claves y los umbrales que no deberían sobrepasarse para mantener la estabilidad en la Tierra.
- La destrucción de la capa de ozono.
- El cambio clímático.
- La destrucción de la biosfera.
- La acidificación de los oceános.
- Los ciclos del fósforo y el nitrógeno.
- El consumo de agua potable.
- Los cambios en el uso del suelo.
- Los aerosoles atmosféricos.
- La contaminación química (también llamada «nuevas entidades» (novel entities).
La contaminación química es uno de los nueve límites planetarios
La contaminación química puede causar graves daños a los ecosistemas y problemas a la salud humana a distintos niveles.
Este tipo de contaminación tiene el potencial e alterar los procesos vitales de los que depende la vida humana.
Por estas razones, el Centro de Resilencia de Estocolomo ha incluido a la contaminación química en uno de los límites planetarios que nunca deberíamos de superar. Pero ya lo hemos hecho.
La contaminación química ha superado el límite planetario
El Centro de Resilencia de Estocolmo advierte que en la actualidad hemos superado cinco de los nueve limites planetarios.
- El cambio climático.
- La destrucción de la biosfera.
- Los ciclos del fósforo y del nitrógeno.
- Los cambio en el uso de los suelos.
- La contaminación química («novel entities«).
Fuente: Centro de Resilencia de Estocolmo, disponible en: https://www.stockholmresilience.org/research/planetary-boundaries.html
La contaminación química y sus efectos indeseados no han dejado de crecer desde mediados del siglo XX.
Nuestro medio ambiente es un vertedero donde se acumulan todo tipo de sustancias de origen humano: plásticos, micro y nanoplásticos, metales pesados, dioxinas, metales pesado, disruptores endocrinos, etc.
Recientemente el Centro de Resilencia de Estocolmo ha publicado un estudio que cuantifica el límite planetario de contaminación química y concluye que hace tiempo que lo hemos superado.
Se calcula que en el mercado mundial hay unas 350.000 sustancias químicas
Se calcula que hay unas 350.000 sustancias químicas en el mercado mundial, 70.000 de las cuales se han registrado en la última década.
Esta es la caysa por la que cada vez se detectan un mayor número y variedades de sustancias químicas en nuestro planeta, incluso en lugares tan remotos como los polos, las cumbres más elevadas y las fosas abisales.
Del mismo modo, el número de lugares gravemente contaminados aumenta a pesar los intentos de limpieza y remedación de los terrenos.
Además cada vez se descubren nuevos efectos adversos no conocidos, como los sinérgicos, que afectan gravemente a la estabilidad de los sistemas físicos y químicos de la Tierra.
El rápido crecimiento de la producción de sustancias químicas y de su contaminación supera la capacidad de la sociedad para evaluar los peligros y, sobre todo, gestionar este grave problema.
La gestión del riesgo de las sustancias químicas en la Unión Europea: el Reglamento REACH
El Reglamento REACH es el instrumento de la Unión Europea para la gestión del riesgo de las sustancias químicas.
Su objetivo principal mejorar la protección para la salud humana y el medio ambiente frente al riesgo que puede conllevar la fabricación, comercialización y uso de las sustancias y mezclas químicas.
Elaboración propia a partir de material elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Hasta diciembre de 2020, en la Unión Europea se habían registrado unas 23.000 sustancias químicas, de las que 12.000 no eran sustancias intermedias (de este tipo de sustancias se desconocen muchos datos).
Aproximadamente solo unas 2.400 sustancias de las 12.000 mencionadas han sido evaluadas y sometidas a una gestión de su riesgo o están en proceso de estarlo:
- 403 están sujetas a algún tipo de gestión del riesgo.
- 786 no han sido propuestas para ningún tipo de gestión adicional.
- 1.181 tiene abiertos estudios de gestión del riesgo.
De este pequeño subgrupo de sustancias de total aproximadamente el 80% no han sido evaluadas después de más de 10 años de la entrada en funcionamiento del Reglamento REACH.
Urge que la Unión Europea y España, como uno de los Estados miembros líder en la mejora del Reglamento REACH, aceleren la evaluación y gestión del riesgo de las sustancias químicas.
Se deben prohibir la producción y comercialización de las sustancias incompatibles con la salud humana y de nuestro planeta.
Esta es la única forma de que la contaminación química vuelva a valores inferiores a su límite planetario.