La existencia actual de residuos del pesticida lindano, un contaminante orgánico persistente, bioacumulable, cancerígeno y disruptor endocrino en estos puntos de Europa supone una amenaza para la salud pública y el medio ambiente, además de una vergüenza para las autoridades responsables.
El lindano, isómero gamma del hexaclorociclohexano (HCH), se produjo extensivamente en la UE hasta la década de 1990 y se utilizó como insecticida de amplio espectro hasta 2008. Los derrames de las antiguas instalaciones de producción y el vertido ilegal de sus residuos (por cada tonelada de lindano se generaban entre 6 y 10 toneladas de residuos tóxicos) siguen poniendo en peligro a la población y al medio ambiente.
La Convención de Estocolmo recoge tres isómeros de HCH, incluido el lindano, por su persistencia en el ambiente y rápida bioacumulación (acumulación en la cadena alimentaria). Además, el lindano ha sido clasificado como cancerígeno para los seres humanos, por la Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer (IARC por sus siglas en inglés), ya que hay suficiente evidencia en humanos que lo relaciona con el linfoma no-Hodgkin. También es un contaminante hormonal o disruptor endocrino, es decir, afecta al sistema hormonal de humanos y animales causando efectos adversos en su salud.
A pesar de su elevada toxicidad, la población española se expone a los residuos de lindano y sus isómeros, a los clorobencenos y las dioxinas que aún permanecen en el suelo, agua y aire de los lugares en los que se depositaron los residuos de la producción o en los que hubo vertidos accidentales:
- País Vasco: Inquinosa y Bilbao Chemicals, dos empresas situadas en Asua y Barakaldo, produjeron un total de 82.000 toneladas de residuos que depositaron ilegalmente en al menos 36 localizaciones, contaminando 410 hectáreas. Aunque parte de los residuos están siendo gestionados aún se producen episodios de contaminación de aguas, como las aguas del embalse de Oiola, que abastecía hasta 2014 a la población barakaldesa.
- Galicia: La farmaceútica Zeltia produjo lindano junto a DDT (otro insecticida prohibido en la actualidad) en Oporriño, Pontevedra, en donde depositaron 1.000 toneladas de residuos que se han ido diseminando gracias a la construcción de viviendas, un carril bici y nivelaciones de terreno. Siguen existiendo elevadas concentraciones del tóxico en el suelo y agua subterránea de este área.
- Aragón: Desde 1975 a 1988 la empresa Inquinosa produjo lindano en su fábrica de Sabiñánigo, a orillas del río Gállego y generó entre 115.000 y 160.000 toneladas de residuo que depositó en dos vertederos (Sardas y Bailín). Al no estar adecuadamente preparados, los vertederos son focos habituales de contaminación al igual que la propia fábrica aún sin desmantelar, en donde quedan unos 90.000 m3 de suelo contaminado.
- Castilla León: En 1988, 70 toneladas de residuos de la fábrica de Barakaldo fueron depositados ilegalmente en una mina abandonada de Borobia (Soria). A pesar de que las quejas de las y los vecinos obligaron a la empresa a la recogida de los residuos, en 2013 las aguas en la entrada de la mina seguían contaminadas. También se realizaron vertidos ilegales, de 360 toneladas, en Cabria (Aguilar de Campo, Palencia) aunque en este caso las autoridades descontaminaron el lugar.
- Navarra: Inquinosa y Bilbao Chemicals también depositaron residuos en Viana e Iguzkiza.
Además, las plantas de producción se situaban a menudo cerca de ríos, como en Sabiñánigo y Vitoria, por lo que la contaminación ha llegado al río Ebro, contribuyendo al actual Ebro estrogenizado.
Todos estos puntos de vertidos, focos e incidentes aparecen en el estudio presentado por la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo en noviembre de 2016 gracias a al petición de Ecologistas en Acción e Izquierda Unida, que han llevado el problema del lindano a las autoridades europeas.
Esta contaminación puede suponer una exposición crónica de la población a través del agua, el aire e incluso los alimentos. Así lo deja claro el informe Directo a tus hormonas de Ecologistas en Acción, que encontró residuos de HCH en alimentos de origen animal, acumulado en la grasa de los animales expuestos a la contaminación ambiental
Esperamos que el paso dado por el Parlamente Europeo active una política europea que identifique y descontamine (o en su caso neutralice o aísle) los vertidos y depósitos de lindano, independientemente de que el lindano se encuentre en el agua o en el suelo.
Para más información, aconsejamos la lectura del estudio de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo