[ACTUALIZADO A 5/12/2022] La Comisión Europea ha extendido la autorización de la UE para el uso del herbicida glifosato hasta diciembre de 2023, según funcionarios de la Comisión.
Tal y como sospechábamos, la Comisión se ha visto obligada a prorrogar por su cuenta el permiso de comercialización del glifosato y retrasar la decisión definitiva sobre su autorización al 15 de diciembre de 2023. Mientras, se suman los estudios sobre de los efectos nocivos del herbicida en la naturaleza y la salud humana.
Retraso en la decisión y demandas
En Octubre de 2022, tres estados europeos pararon la prolongación del permiso al glifosato por un año que había propuesto la Comisión Europea. La Comisión necesitaba ganar tiempo. Principalmente, porque tiene miedo a las demandas millonarias que recibirá de la industria plaguicida si acaba el plazo estipulado, que recordemos que era el 15 de diciembre de 2022, sin que se haya llegado a una conclusión oficial. El retraso se ha debido a que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no dará su opinión, imprescindible en el proceso, hasta 2023 porque según dice, necesita más información.
El uso del glifosato es un tema conflictivo: los defensores y fabricantes dicen que es seguro, pero los críticos apuntan a estudios científicos que demuestran sus daños.
En definitiva, tras la falta de apoyo en la votación de octubre, la Comisión se ha visto obligada a llevar su ansiada prórroga a votación en el comité de apelación, celebrado el 15 de noviembre. Mala suerte, de nuevo los estados dan la espalda a la prórroga.
Así que todo parece indicar que la Comisión tendrá que prorrogar por su cuenta el permiso del glifosato y retrasar la decisión definitiva al 15 de diciembre de 2023.
¿Por qué no usar más herbicida glifosato?
Es tóxico para los ecosistemas acuáticos
El glifosato ya está clasificado como tóxico para la vida acuática con efectos duraderos (Crónica Acuática 2). Y contamina la gran mayoría de los ríos, embalses y aguas subterráneas españolas. Aquí algunos (y solo algunos) de los estudios que lo demuestran:
Daños a peces: Webster, Santos 2015, Fiorino 2018, Zhang 2021, Armiliato Et. Al., 2014, Terrazas-Salgado et al, 2022;
A crustáceos: Cuhra et al. 2012; Canosa et. al, 2018;
A anfibios: Bach, 2018, Bach, 2016, Meza-Joya, 2013, Navarro-Martín, 2014.
También causa daños a la salud humana
Probable cancerígeno para humanos: El glifosato fue clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) como «probablemente cancerígeno para los humanos» (Grupo 2A) en marzo de 2015.
Cancerígeno para animales: Dada la gran controversia con respecto a la carcinogenicidad para humanos del glifosato, se han vuelto clave los estudios que muestran en qué grado el glifosato causa cáncer en animales de laboratorio después de una exposición de por vida. Un buen ejemplo es esta revisión de (Portier, 2020) que concluye que el glifosato «causa diversos tipos de cáncer».
Daños al ADN: Otra revisión, esta vez de estudios de la propia industria sobre los efectos dañinos para el ADN del glifosato, realizada por científicos del Instituto de Investigación del Cáncer de Viena en 2022, concluyó que sólo dos de los 35 estudios revisados de la industria pueden considerarse «fiables» debido a sus desviaciones de las directrices de ensayo aplicables. Otros 15 son «parcialmente fiables» y 18 tuvieron que ser clasificados como «no fiables»,
Neurotóxico: Una revisión reciente subraya las propiedades neurotóxicas del glifosato y los científicos señalaron que incluso los documentos de la industria, cuya presentación desestimó, mostraban preocupación por la neurotoxicidad del herbicida hace años.
Ni el glifosato, ni los herbicidas que lo contienen, cumplen los requisitos de seguridad establecidos en el Reglamento 1107/2009 de plaguicidas. Permitir su reautorización va en contra de este reglamento y del principio de precaución.
Prioriza otros métodos
Si aún empleas glifosato para limpieza y en siembra directa, te recomendamos buscar otros métodos alternativos no químicos siempre que sea posible, especialmente en zonas sensibles.
Fuente: Infografía realizada por Ecologistas en Acción a partir de materiales proporcionados por el Miterd.