El Tribunal de Justicia Europeo podría impedir que se siga utilizando el insecticida tóxico cipermetrina, un disruptor hormonal muy tóxico para las abejas y los organismos acuáticos, que se ha fumigado desde avionetas en plantaciones de arroz españolas.
Cipermetrina
La cipermetrina es un poderoso insecticida piretroide, disruptor endocrino y altamente tóxico para las abejas y los organismos acuáticos. Según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), esta sustancia debería prohibirse por su «excesiva toxicidad intrínseca”.
La ciencia independiente muestra que la cipermetrina es un disruptor endocrino o EDC por sus siglas en ingles, es decir, que afecta al sistema hormonal de animales y humanos. Y no sólo eso: la cipermetrina es neurotóxica y puede causar daños al feto.
Además, es muy tóxica para los polinizadores. En palabras de la propia EFSA, volver a aprobar esta sustancia conducirá inevitablemente a un riesgo inaceptable para los polinizadores, lo que también está en total contradicción con la legislación de la UE.
A pesar de estos peligros para la salud humana y del medio ambiente, la cipermetrina sigue empleándose sobre nuestros campos y alimentos. Un ejemplo: en 2017, la Junta de Extremadura fumigó los arrozales del Alto Guadiana con miles de litros de Cipermetrina. Esto implica liberar un tóxico para organismos acuáticos y abejas en una zona sensible además de la posibilidad de que pueda llegar afectar al consumidor como residuos del arroz.
¿Por qué sigue usándose?
Según la propia normativa europea, cuando un plaguicida es disruptor endocrino debe prohibirse inmediatamente su comercialización, cosa que no se ha hecho.
La aprobación de un nuevo permiso para la cipermetrina debería haberse discutido en 2016. Pero retrasos a nivel de los Estados miembros y de la EFSA alargaron el proceso más de 5 años. Ahora, en lugar de prohibirlo, la Comisión y los Estados miembros han decidido volver a aprobarlo hasta 2029.
La EFSA identificó 24 lagunas de datos en la solicitud de la industria para la renovación de la sustancia. Entre ellos, la EFSA reconoció que no podía evaluar el potencial genotóxico del pesticida. En una situación ideal, la industria debería proporcionar esos datos sobre la seguridad de su insecticida para lograr su aprobación, algo que no ha hecho.
Por desgracia, es una práctica común que la Comisión y los Estados miembros vuelvan a aprobar sustancias de las que no tienen una imagen completa de su toxicidad.
¿Nos ayudará Aarhus?
En esta ocasión ha cambiado algo. La entrada en vigor, a finales de Octubre de 2021, del Reglamento revisado de Aarhus permite a las organizaciones impugnar la aprobación y reaprobación de sustancias activas.
En virtud de este Convenio, la organización PAN Europa, aliada de Ecologistas en Acción en la lucha contra los plaguicidas, apelará ante el Tribunal de Justicia Europeo la reaprobación de la cipermetrina.
Es hora de que la Comisión Europea y los Estados miembros sigan lo que dicen la ciencia y la legislación de la UE.