El 37% de envases de plaguicidas, unas 3.000 toneladas en 2020, siguen dañando la naturaleza abandonados en vertederos, ríos o cunetas.
Miles de toneladas de residuos abandonadas
Es decir, en cinco años, 16.298 toneladas de residuos de plaguicidas han quedado tiradas de forma ilegal en nadie sabe dónde: vertederos, cunetas, ríos, montes…
Parecen muchas toneladas en muy poco tiempo para que SIGFITO los interprete como un éxito.
Puedes ver las memorias de SIGFITO de los últimos años aquí.
Muchos de estos envases son residuos peligrosos
Recordemos que los envases que han contenido productos peligrosos (la gran mayoría en el caso de los plaguicidas) se convierten tras su uso en residuos peligrosos. Es decir, son residuos abandonados sin control que impactan gravemente a los ecosistemas circundantes, a su fauna, flora y por supuesto, a nuestra salud.
Nada es gratuito y lo que tiramos al planeta, nos vuelve, como estamos aprendiendo gracias a la crisis climática.
Responsabilidad desaparecida
Porque sí, esto no es todo. Hay otros «ECOEMBES agrarios» distintos del SIGFITO. Un ejemplo es AEVAE (Asociación Española para la Valorización de Envases). AEVAE, según una respuesta del Ministerio de Transición Ecológica a una serie de preguntas que formuló en 2020 Ecologistas en Acción, gestionó en 2018, 190 toneladas de las 424 de su producción de envases. Es decir, dejó fuera de gestión un vergonzoso 55% del total.
Un suma y sigue a los residuos peligrosos que se liberan sin responsabilidad alguna en nuestro entorno.