Un estudio científico del equipo del Dr. Nicolás Olea, de la Universidad de Granada, encuentra Bisfenol A y otros disruptores endocrinos en más del 95% de los tickets de compra.
El bisfenol A
El bisfenol A (BPA) es la pieza básica del plástico conocido como policarbonato, que aparece identificado con el código 7. Su fórmula química se ideó para ser una hormona sintética en el siglo pasado pero no se comercializó por los terribles efectos que provocó en los ratones de laboratorio sobre los que la probaron.
A pesar de su toxicidad, su versatilidad como plastificante hizo que se extendiera por todo el mundo.
El equipo de investigación de la Universidad de Granada, al que pertenece el Dr. Nicolás Olea, ha dedicado numerosos estudios al bisfenol A, desde como el propio Olea cuenta, lo descubrieron en las resinas que cubren las latas de conserva y en los recibos de compra, en donde se utiliza para colorear el papel térmico.
No sólo en latas y recibos: multitud de objetos de plástico habituales desde botellones de agua hasta bolígrafos están fabricados con bisfenol A. Es tan común que es el disruptor endocrino que se encuentra en mayor concentración en los pescados que comemos en Europa, según una reciente investigación del Centro Superior de Investigación Científica.
La presión de multitud de investigaciones que relacionan la exposición a bisfenol A con el cáncer de mama y la diabetes han obligado a que Europa lo clasifique como disruptor endocrino para humanos en la “Lista de sustancias altamente preocupantes” de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA).
Los tickets tienen actividad estrogénica
Ese es uno de los resultados del último estudio del equipo de la Universidad de Granada, que investiga la presencia de bisfenol A y sus alternativas el bisfenol F y S, en 112 recibos de compra utilizados en España, Francia y Brasil.
El BPA se encuentra en el 95,3% de los recibos españoles, el 90,9% de los brasileños y 51,1% de los franceses, en concentraciones de hasta 20,27 mg del tóxico por gramos de papel.
Todos los recibos españoles mostraron actividad estrogénica (efecto semejante al de los estrógenos) y más del 90% mostraron actividad anti-androgénica (efecto opuesto al de las hormonas masculinas).
Las concentraciones de BPA se correlacionan directamente con ambas actividades hormonales, estrogénica y antiandrogénica.
BPA y sus familiares cercanos BPS, BPF…
La industria ha utilizado el bisfenol S y otros compuestos de la familia como sustituto habitual del BPA. Pero estas sustancias tienen incluso peores consecuencias para la salud y el medio ambiente que el BPA (el BPS por ejemplo, es más persistente). De este problema alertaba el informe Del BPA al BPZ, una sopa tóxica.
Al ser diferentes sustancias que el BPA, las empresas pueden etiquetar productos que contengan BPS o BPZ como «Libres de BPA». Pero no por ello están libres de peligro.
Según el equipo investigador:
Es urgente evaluar la seguridad de las alternativas propuestas para reemplazar el BPA en papeles de impresión térmica. La elevada proporción de muestras que muestran actividad hormonal exige la adopción de medidas preventivas.
¿Qué podemos hacer?
Primero, identifica de qué tickets se trata: son esos recibos que con el tiempo van perdiendo lo impreso hasta quedarse en blanco. A veces sólo notas un polvo blanco que se mancha los dedos cuando los tocas. Ese polvo es el BPA, precisamente.
Por esta razón, evita pedir recibo (en los numerosos casos no lo necesitamos). Evita mezclar el recibo con la comida. Por supuesto, evita tocar los tickets térmicos en la medida de lo posible, ni doblarlos, ni guardarlos. Es decir manipularlos lo mínimo posible.
Las hijas de las cajeras de supermercado
Miles de cajeras de supermercado (en un 89% son mujeres) se exponen al bisfenol A de los tickets de compra que manipulan durante horas al día.
Fruto de la manipulación de recibos con BPA de sus madres, cientos de niñas desarrollarán cáncer de mama.
Por esta razón, a partir del 2 de enero de 2020, restringirán el BPA en los tickets de la compra a un porcentaje en peso igual o superior al 0,02%.
Pero además, debemos exigir que la sustitución de BPA en el papel térmico no se haga con otro papel térmico de BPS o cualquier otra sustancia de la familia.