Los neumáticos son, junto con la ropa sintética, una de las mayores fuentes de microplásticos en ríos y mares, según un nuevo informe del grupo de investigación Eunomia presentado por Amigos de la Tierra UK.
Cuando pensamos en la contaminación que producen los automóviles, probablemente lo primero que nos viene a la cabeza son las emisiones del tubo de escape.
Sin embargo, una investigación reciente muestra que existe otra amenaza ambiental, más desconocida, del tráfico rodado: la que procede de los neumáticos.
Neumáticos de goma = residuos plásticos
Los neumáticos modernos incluyen una variedad de polímeros sintéticos y fibras de poliéster para fortalecer su estructura interna. Simplificando mucho, los neumáticos son grandes trozos de plástico. Y cuando se rompen, se comportan y persisten como otros plásticos en el medio ambiente.
Los neumáticos son grandes trozos de plástico. Y cuando se rompen, se comportan y persisten como otros plásticos en el medio ambiente.
A medida que los coches y camiones recorren las calles y carreteras, van arrojando pequeños trozos de material de sus neumáticos. Por esta razón la banda de rodadura de los neumáticos se desgasta lenta pero inevitablemente hasta que es necesario reemplazarlos.
Cuando llueve, las partículas liberadas de los neumáticos, esencialmente microplásticos, se «lavan» de la superficie de la carretera por los desagües o vías fluviales y finalmente, terminan en los ríos y mares.
Principal causa de contaminación por microplásticos
El nuevo informe de Eunomia Research & Consulting junto con Amigos de la Tierra del Reino Unido indica que los neumáticos de los vehículos son, junto con las fibras textiles, la principal causa de contaminación con microplásticos en aguas superficiales en el Reino Unido.
Por supuesto, también preocupan las partículas más finas (conocidas como PM10) que contaminan el aire y se relacionan con diversas enfermedades respiratorias. El estudio estima que hasta el 10% del desgaste de los neumáticos pasan a formar parte de esta contaminación atmosférica.
Se estima que el desgaste de los neumáticos produce medio millón de toneladas de microplásticos al año en toda Europa.
Una vez en el océano, las partículas de los neumáticos adsorben y concentran los contaminantes tóxicos, entre los que se encuentran numerosos disruptores endocrinos.
La concentración de tóxicos hace a los microplásticos aún más venenosos para los animales acuáticos que los confunden con alimentos o los absorben a través de sus branquias o piel.
Negro de carbón
Otro contaminante habitual que se libera con el desgaste de los neumáticos es el «negro de carbón«. Se trata de un material oscuro, que generalmente se obtiene de la quema de combustibles fósiles, y se usa para aumentar la resistencia de los neumáticos y la resistencia a la luz UV. Es la razón principal por la que los neumáticos son negros.
El negro de carbón no es biodegradable y es un «posible carcinógeno humano» con suficiente evidencia de producir cáncer en animales, según el monográfico 93 de la Agencia Internacional para la Investigación contra el Cáncer.
El informe Eunomia resalta la necesidad de un plan de acción gubernamental para corregir el problema de la contaminación de los neumáticos de los vehículos. Por supuesto, la acción individual también es necesaria.
Si antes no habías considerado los neumáticos como un gran problema, es hora de darle una vuelta: todo neumático en la carretera es una posible contaminación de plásticos por el desagüe.
Informe «Reducción de las contribuciones de los hogares a la contaminación plástica marina» [PDF]