Comer alimentos ecológicos reduce el riesgo de cáncer, según desvela un estudio realizado sobre 70.000 voluntarios en Francia.
Alimentos sin pesticidas de producción agroecológica. Foto: Javier Moreno
El estudio
El estudio (que puede descargarse aquí) ha sido realizado por el Centro de Investigación Epidemiológica y Estadística de la Sorbonne de Paris, el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM), el Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) junto a otros centros de investigación franceses y publicado en la revista Jama Internal Medicine.
El equipo investigador parte de una pregunta fundamental: ¿Cuál es la asociación entre una dieta basada en alimentos ecológicos y el riesgo de cáncer?
Por ecológicos entienden alimentos producidos sin fertilizantes sintéticos, pesticidas y organismos modificados genéticamente y que restringen el uso de medicamentos veterinarios.
La observación de una cohorte de 68.946 voluntarios franceses, entre 2009 y 2016, encontró una reducción significativa en el riesgo de cáncer entre aquellos que consumían habitualmente alimentos ecológicos.
Las voluntarias (78.0% mujeres con una media de edad al inicio del estudio de 44.2 años) proporcionaron información sobre su frecuencia de consumo de 16 productos orgánicos (frutas, verduras, productos lácteos y a base de soja, carne, pescado, huevos, legumbres, cereales, vino, chocolate, azúcar y mermelada, entre otros).
Según la autora principal del estudio, la Dra. Julia Baudry, del Centro de Investigación en Epidemiología y Estadísticas de la Sorbona, París:
«Nuestros resultados indican que un mayor consumo de alimentos orgánicos se asocia con una reducción en el riesgo de cáncer en general.»
En particular, los menores riesgos significativos se observaron para el cáncer de mama posmenopáusico, el linfoma no Hodgkin y todos los linfomas en individuos con una mayor frecuencia de consumo de alimentos ecológicos.
Dieta ecológica como estrategia de salud pública
Cada vez más estudios científicos demuestran la relación entre una dieta orgánica y el menor riesgo de cáncer.
El propio estudio concluye que:
«Promover el consumo de alimentos orgánicos en la población general podría ser una estrategia preventiva prometedora contra el cáncer«.
También alerta de que los alimentos ecológicos no pueden ser una opción minoritaria, deben ser entendidos como un derecho de la población general.
Las autoridades deben aceptar que una agricultura sin pesticidas es un asunto de salud pública.
Esto contrasta con la realidad española, que a día de hoy, sigue siendo líder europea en el uso de agrotóxicos, con un total 76.940 toneladas vendidas sólo en 2016.
Las autoridades tampoco pueden seguir permitiendo que nuestros alimentos tengan residuos de pesticidas disruptores endocrinos como el neurotóxico insecticida clorpirifós o el herbicida cancerígeno glifosato.
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