Francia ha escuchado la petición de más de un millón de europeas y europeos y niega abiertamente su apoyo a la nueva aprobación del glifosato. España, por su parte, mantiene su postura de apoyo a este herbicida, probable cancerígeno y disruptor endocrino.
Ayer, Nicolas Hulot, Ministro de la Transición Ecológica y Solidaria francés, declaró que «Francia votará en contra de la renovación de la autorización de glifosato«.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, (IARC por sus siglas en inglés), con sede en Francia, ya clasificó al glifosato como «probable» cancerígeno en 2015.
Otros estudios muestran su capacidad para alterar el sistema hormonal y causar, entre otros daños, embarazos más cortos y bebés de menor peso al nacer.
Estos peligros deben tenerse en cuenta dada la amplia contaminación con residuos de glifosato de alimentos, aguas y la propia población (un ejemplo: el glifosato está presente en la orina de más del 90% de las mujeres que pasan por los servicios de obstetricia de Indiana, EEUU).
A estos argumentos, que deberían haber sido suficientes para que cualquier estado responsable se oponga a este tóxico, este verano se han sumado otros dos más:
Europa oculta que el glifosato es cancerígeno
Un informe de la ONG Global 2000 y escrito por el toxicólogo alemán Dr. Peter Clausing demuestra que la Unión Europea ha ignorado 7 de los 12 estudios disponibles en ratones y ratas que muestran incrementos significativos en tumores bajo la influencia de glifosato.
Según el Dr. Clausing, las autoridades europeas han incumplido sus propios estándares de clasificación de sustancias químicas, según las cuales el glifosato debería haberse clasificado como cancerígeno.
Esta clasificación habría ocasionado su prohibición automática.
La gran oposición ciudadana
1.300.000 personas hemos firmado contra el glifosato en la Iniciativa Ciudadana Europea Stop Glifosato, en la que también ha participado Ecologistas en Acción.
En España, hemos recogido más de 76.300 firmas online y 7.300 en papel, lo que supone un gran éxito colectivo.
Además, esta Iniciativa Ciudadana Europea es la que más rápido crecimiento ha tenido, lo que demuestra que existe una enorme preocupación por los plaguicidas en Europa.
Al superar el millón de firmas y alcanzar los umbrales mínimos exigidos en 11 estados miembros, la Comisión Europea está legalmente obligada a responder a las demandas de los europeos y a tomarlas en consideración en las decisiones que se van a tomar próximamente.
Siguientes pasos
Todo parece indicar que el 5 y 6 de octubre se celebrará la votación final que decida sobre el uso del herbicida glifosato en Europa otros 10 años más. Esta votación debe realizarse antes del 31 de diciembre, fecha de expiración de la autorización provisional concedida por la Comisión Europea.
Desde Ecologistas en Acción, nos alegramos del paso que ha dado Francia en favor de la salud de su población y esperamos que el Gobierno francés pueda convencer a otros estados, como España para que diga NO al glifosato.