El material de oficina y el escolar de plástico son fuentes de disruptores endocrinos y sustancias cancerígenas.
Además del material con el que se fabrican, como plástico PVC y el bisfenol A (u otros bisfenoles), estos objetos tienen acabados con detergentes y retardantes de llama cuya toxicidad no se especifica en ninguna etiqueta.
El plástico PVC libera FTALATOS
Seguro que has notado el olor del plástico recién estrenado. En parte se debe a los ftalatos que libera.
Empecemos con un tipo particular de plástico: el PVC. El PVC o Policloruro de vinilo (identificado con el número 3) representa el 12% del total de plásticos fabricados a nivel mundial. Ejemplos de artículos escolares de PVC son las mochilas, los estuches o los archivadores.
El PVC es un plástico rígido al que se añaden plastificantes, entre otros los llamados ftalatos, un tipo de disruptores endocrinos, que le dan ciertas características de flexibilidad y suavidad.
Los ftalatos no están químicamente unidos a la estructura del plástico, por lo que se liberan y pueden entrar al cuerpo a través de la respiración, por contacto con la piel o por ingestión (por ejemplo, cuando los niños que se llevan objetos a la boca).
Ftalatos dentro de nuestro cuerpo
La mejor prueba de que los ftalatos entran en nuestro cuerpo está en los estudios de biomonitorización europeos COPHES/DEMOCOPHES, que analizan la presencia de ftalatos y otros tóxicos en la población europea:
Sus datos indican que la infancia española tiene una concentración corporal de ftalatos un 150% mayor que la media europea.
Además, la concentración de estos tóxicos en los niños es mayor que en sus madres (ver siguiente tabla).
Daños asociados al PVC
Los ftalatos presentes en el PVC pueden afectar a la síntesis de hormonas masculinas, disminuyen la calidad del semen, dañan al funcionamiento de la tiroides, favorecen la obesidad y el crecimiento de las células cancerosas y las alergias. La exposición durante el embarazo se relaciona con bajo peso al nacer y partos prematuros.
El plástico PVC también se relaciona con el cáncer: la Agencia Internacional para la investigación del Cáncer (IARC) clasifica al cloruro de vinilo, pieza fundamental del policloruro de vinilo o PVC, como carcinógeno para el ser humano.
Europa ha prohibido varios de los ftalatos más tóxicos y los restringe en los juguetes para menores de 14 años. Pero las restricciones no abarcan los materiales escolares ni de oficina que utilizan diariamente niños, adolescentes y personas adultas.
Además, los productos de PVC suelen contener cantidades estimables de metales pesados, como Cadmio o Plomo o Antimonio. Veamos como ejemplo este análisis de Healthy Stuff:
¿Qué productos evitar?
- Mochilas, estuches y reglas de PVC. La normativa de prevención de contaminantes hormonales no se aplica a las mochilas, que tienen un elevado contenido de contaminantes como el Dietil Hexil ftalato (DEHP), según un estudio de la Organización de Consumidores de Dinamarca Think Chemicals. Una alternativa son las mochilas de tejidos naturales (como algodón ecológico), sin tintes tóxicos, o los estuches y reglas de madera.
- Forros de los libros. También suelen ser de PVC. En el caso de forrar los libros, mejor hacerlo con papel y en último caso, polipropileno.
- Archivadores o cuadernos con tapas de plástico. De nuevo, de PVC. Existen cada vez más marcas ecológicas que ofrecen cuadernos y material reciclado.
- Camisetas con dibujos plastificados. Estos dibujos son de PVC, por lo que conviene evitarlas.
- Plastilina y pinturas. Puedes fabricar plastilinas y pinturas caseras con colorantes alimentarios. También existe la opción de pinturas fabricadas a partir de plantas y pigmentos naturales, sin disolventes procedentes del petróleo.
- Rotuladores: otros productos a evitar porque contienen disolventes químicos, entre ellos el xileno, un hidrocarburo aromático que además de neurotóxico es un disruptor endocrino.
- Zapatos y chubasqueros de PVC. Se recomienda utilizar productos naturales. En el caso de los chubasqueros, son más seguros los de poliamida.
Consejos generales
Como norma general, se recomienda:
- Elegir materiales naturales, como caucho natural o madera, sin pintar ni barnizar.
- No comprar productos con olor fuerte o perfumado. Cuanto más olor, mayor probabilidad de contener ftalatos.
- Comprar menos pero de mayor calidad, ya que generalmente los productos más baratos contienen más sustancias peligrosas.
- Elegir materiales etiquetados como PVC-FREE.
- Se puede comprobar si se ha analizado la presencia de tóxicos en juguetes en la siguiente dirección de la UE.
Dentro del proyecto europeo AskREACH, Ecologistas en Acción junto con otras 20 organizaciones europeas está trabajando en el desarrollo de una aplicación para el móvil que permitirá conocer qué Sustancias Altamente Preocupantes (entre ellas varios ftalatos) se encuentran en los productos de consumo. Esta aplicación empezará a funcionar en la primavera de 2019.