La Comisión deberá cambiar su desastrosa propuesta de regulación de contaminantes hormonales, tras enfrentarse a las críticas de diversos estados miembros en la reunión del Comité de Pesticidas del pasado 21 de septiembre.
Los países nórdicos han sido los más críticos con la propuesta de definición de contaminantes hormonales de la Comisión, según la información proporcionada por un representante de un estado miembro presente en la reunión de la semana pasada.
La propuesta también ha recibido críticas de la comunidad científica, de organizaciones ecologistas, de protección de la salud y de la población europea, que ha reunido 150.000 firmas en sólo una semana para mostrar su oposición a la propuesta que pone en peligro su salud y la del medio ambiente.
La recogida de firmas sigue activa. Se puede firmar aquí.
La propuesta de definición de contaminante hormonal de la Comisión centró la mayor parte de las críticas por definir a los contaminantes hormonales como «aquellas sustancias cuyas propiedades de disrupción endocrina son conocidas», en lugar de «supuestas o conocidas», como propone la Organización Mundial de la Salud.
Utilizar en la definición la palabra «conocido» en lugar de «supuesto o conocido» significa que será más difícil probar que una sustancia es diruptora endocrina, lo que supondrá que puedan pasar años de acumulación de daños en la salud y el entorno antes de que se prohíba. Además, esta definición se opone al Principio de Precaución que previene la entrada en el mercado europeo de cualquier sustancia que pueda generar daños a la salud o al medio ambiente.
Parece que la definición de contaminante hormonal de la OMS tiene más apoyos entre los estados miembro, por lo que la Comisión revisará su propuesta y la volverá a presentar para su discusión durante las siguientes semanas.
Es importante que la preocupación de la población siga llegando a los representantes españoles que acudirán a las reuniones, para que introduzcan los cambios necesarios en la propuesta de la Comisión que hagan que los contaminantes hormonales desaparezcan de plaguicidas y productos de uso diario.