Hallazgo: pan español contaminado con un tóxico para la reproducción persistente

pan

Un tóxico para la reproducción muy persistente, el ácido trifluoroacético (TFA), contamina más del 80% de los alimentos de cereal analizados, como pan y galletas en España.

¿Un poco de TFA en tu pan?

Un estudio de la Red de Acción contra los Plaguicidas y Ecologistas en Acción analiza la contaminación por ácido trifluoroacético (TFA), un tóxico para la reproducción y muy persistente, en alimentos de cereal de consumo cotidiano como galletas y pan.

La muestra analizada, aunque pequeña (66 alimentos comprados en 16 países europeos), es suficiente para tener una idea de lo extendida que es la contaminación por este residuo procedente de los plaguicidas PFAS que se ha detectado en el 81,8 % de las muestras. La concentración media de TFA es de 78,9 μg/kg.

Las concentraciones detectadas son elevadas, unas 100 veces superiores a las del agua del grifo, lo que demuestra que la dieta es una vía importante de exposición humana.

pan

¿TFA, qué es eso?

El ácido trifluoroacético, TFA por sus siglas en inglés, es un producto de degradación de los pesticidas PFAS y de los gases fluorados.

Los PFAS, sustancias per y polifluoroalquiladas, son unas moléculas sintéticas que se emplean ampliamente en la impermeabilización de aparatos industriales, ropa o utensilios de cocina, como el famoso teflon de las sartenes antiadherentes.

El tóxico analizado, el TFA, procede en su mayor parte del uso de plaguicidas PFAS, que aprovechan sus características antiadherentes para el cultivo de cereales como el trigo. El TFA también es extremadamente persistente, se mueve con gran facilidad por su pequeño tamaño y es soluble en agua, por lo que contamina las aguas de toda la Unión Europea.

pan

El TFA es absorbido por las plantas, especialmente por el trigo.

Preocupa que el TFA sea un reprotóxico 1B que afecta a la reproducción, al feto y a la calidad del esperma.

Cuando en 2017 la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) obligó a la industria a evaluar el riesgo a largo plazo del TFA, con un estudio ampliado de una generación sobre la toxicidad reproductiva, todas las exposiciones al TFA que analizaron, incluida la dosis más baja, produjeron efectos adversos en las tiroides de las crías de rata.

También descubrieron que es un disruptor endocrino, con efectos en todas las dosis como alteraciones en la bioquímica sanguínea, disminución de la motilidad espermática, reducción del peso testicular y efectos sobre el sistema inmunitario, incluida una disminución del recuento celular absoluto en el bazo.

El pan y las galletas españolas, contaminadas

En España se ha detectado TFA en 3 de las 4 muestras de pan y galletas analizados. De nuevo, un número bajo de muestras pero suficiente para tener una ‘foto’ de la realidad.

La contaminación en España parece inferior a la detectada en otros países europeos, siendo la principal hipótesis que los plaguicidas PFAS son plaguicidas modernos (y caros). Aun así, en el caso del pan de rebanadas elaborado con trigo español y de panadería artesanal, la cantidad de TFA es de 120 µg/kg.

El pan de rebanadas español contiene 120 microgramos de TFA por kilo de pan.

No dejes de comer productos de cereal

En septiembre de 2025, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) propuso unos valores de ingesta máxima admisible (el máximo que se podría comer de forma segura por un periodo largo de tiempo) para el TFA de 30 microgramos por kilo de peso al día.

Según esta ingesta máxima admisible, un adulto de 60 kg puede ingerir hasta 1800 µg al día sin efectos negativos para la salud, unos 15 kilos de pan, que bajarían hasta 2,5 kilos para un niño o niña de un año.

Pero el problema es que ingerimos TFA desde múltiples fuentes, como el agua del grifo, contaminada en toda Europa (y España) por TFA:

pan

No solo está en el agua, también en el vino de toda la UE, en vegetales y en otros alimentos.

Así que la solución debe ser más amplia: la prohibición de los PFAS, fuente de la contaminación.

Como suele suceder con los problemas de contaminación, la auténtica solución es eliminar la fuente. En este caso, la principal fuente son los plaguicidas PFAS, que deben ser prohibidos mientras se apoya a la agricultura hacia una transición a métodos agroecológicos. La prohibición de plaguicidas PFAS debe enmarcarse en la eliminación total de fuentes de PFAS que se está debatiendo en la Unión Europea estos meses.

Artículos relacionados