En nuestra cocina, la correcta selección de herramientas y procedimientos de cocinado reduce significativamente la exposición a microplásticos.
Contaminación por plástico
Desde hace años, crece la conciencia sobre la contaminación con sus pequeñas fibras: los micro y nanoplásticos. Han ayudado a que sepamos el nivel de contaminación estudios como ‘Breathing plastic’, que estimó que respiramos hasta 22 millones de microfibras de plástico al año, el equivalente a una tarjeta de crédito.
Junto a ese estudio, otros han ido alertando de la presencia de plástico en diferentes partes del cuerpo, como en el cerebro, tan contaminado que el equipo investigador dijo «el cerebro humano actual es 99,5% cerebro y el resto… plástico«.
De igual forma, las pequeñas fibras tóxicas colonizan la placenta (o ‘plasticenta’), los pulmones, los testículos… en definitiva, cualquier tejido corporal que ha sido analizado.
Los microplásticos afectan a la salud
Los micro y nanoplásticos que contaminan nuestros cuerpos pueden afectar de forma muy seria a nuestra salud, como informaba ‘Respirando plástico’.
Por eso, nuevos estudios buscan el origen de esta contaminación diminuta en los ámbitos más cercanos, como dentro de los hogares.
Cocina: principales fuentes de microplásticos
Pasamos una cantidad considerable de tiempo en la cocina preparando alimentos y comiéndolos. Hasta ahora se creía que la exposición a microplásticos en la dieta procedía únicamente de los propios alimentos o de sus envases.
Un estudio reciente, ‘Más allá de la comida en el plato: investigación de las fuentes de contaminación por microplásticos en las cocinas domésticas’, desafía esta creencia y estudia los microplásticos que se liberan de los utensilios de cocina y de los procedimientos de cocinado, revisando los estudios realizados hasta 2024 (excluye los objetos de un solo uso del análisis).
El estudio concluye que tanto la selección de herramientas de preparación, almacenamiento y servicio como la elección de métodos de preparación, almacenamiento y limpieza pueden reducir significativamente nuestra exposición a microplásticos.
¿Cómo reducir la cantidad de microplásticos procedentes de los instrumentos de la cocina?
Evita emplear utensilios de plástico en tu cocina y sigue estos consejos:
- Evita someter los utensilios de plástico a altas temperaturas y a ciclos de congelación y descongelación.
- En la preparación de los alimentos, evita usar tabla de cortar, cuchillos, peladores, tijeras, cubiteras de plástico.
- En el almacenaje, evita los tápers de plástico (aquí tienes más consejos sobre tápers) y bolsas de alimentos de ese material.
- Evita la vajilla de plástico (tampoco de melamina) y el plástico en cubertería, cortador de pizza, tenedor de pasta, cazos, cubiteras, etc.
- Evita las sartenes antiadherentes (con perfluorados PFAS).
- No olvides que los estropajos y esponjas «habituales» son de plástico y existen alternativas naturales menos contaminantes.
- Si tienes la lavadora/secadora en la cocina, airea la cocina al finalizar cada uso porque contaminan el aire con microfibras.
- Si usas utensilios de plástico que se desgastan, deforman o agrietan, no esperes hasta que se hagan viejos porque cuanto más viejo es el material, más microplásticos desprende.