Detectado un insecticida disruptor endocrino, que se degrada en poco tiempo e ilegal desde 2007 en el 40% de las muestras de agua potable y en el 60% de niños y niñas españolas.
Toxicidad del insecticida diazinón
Se trata del diazinon, un insecticida organofosforado de amplio espectro empleado para controlar insectos chupadores y masticadores en una amplia variedad de cultivos. En el ganado, se emplea contra ácaros, garrapatas, piojos y moscas.
Fue prohibido en 2007 como plaguicida porque su productor no demostró que su exposición fuese aceptable para trabajadores y otras personas y por la insuficiente información sobre la presencia de impurezas muy tóxicas a niveles preocupantes en el producto.
La Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, por sus siglas en inglés) clasifica el diazinon como tóxico agudo para las personas y tóxico agudo y crónico para los organismos acuáticos. Además, lo clasifica como sustancia SEVESO para alertar de el riesgo grave que plantea en caso de accidente.
Es decir, es un potente veneno en caso de ingestión, como también acepta la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que lo clasifica como «Nocivo en caso de ingestión».
Según la web “Pesticide Propierties Database” de la Universidad de Hertfordshire, el diazinon es un insecticida de «alerta alta» para el medio ambiente por su toxicidad aguda para aves, dafnias (o invertebrados) y abejas. Para los seres humanos, también tiene toxicidad alta por ser disruptor endocrino, inhibidor de la acetilcolinesterasa y neurotóxico.
Además, la Agencia Internacional del Cáncer (IARC) lo clasifica como 2A, una clasificación equivalente a la 2 de la UE, es decir, es sospechoso de ser carcinogénico.
Insecticida ilegal en el 60% de niños y niñas
Queda claro que el diazinon es muy tóxico para seres humanos y no humanos. Otro dato importante es que es poco persistente, es decir, se degrada y expulsa del cuerpo con facilidad.
Entonces, ¿cómo es posible que, tras 17 años de su retirada, un estudio detecte este insecticida en el 60% de los niños y niñas del sur de España?
Efectivamente, el estudio «Exposición infantil a pesticidas no persistentes y desarrollo puberal en niñas y niños españoles: evidencia de la cohorte INMA (Medio Ambiente e Infancia)» concluye que el 60% de la orina de niños y niñas de distintas zonas urbanas y rurales de España presentaban restos de diazinon.
Al conjunto de científicos autores del estudio les preocupaba que plaguicidas no persistentes prohibidos en la actualidad pudieran actuar como contaminantes hormonales o disruptores endocrinos (EDC). Y les preocupaba porque estudios anteriores ya demostraron que insecticidas como el clorpirifos y el diazinón interactúan con los receptores de estrógeno y/o el receptor de andrógenos, lo que los define como disruptores endocrinos.
insecticida en el 60% de niños y niñas
Así que analizaron la relación entre la concentración de estos plaguicidas en la orina infantil con efectos de exposición a contaminantes hormonales y encontraron que sí existe relación, en concreto con el adelanto de la pubertad en niñas, el desarrollo mamario más fuerte en niñas con peso normal, un desarrollo genital más temprano en niños con peso normal y un retraso en el desarrollo de la pubertad en niños con sobrepeso u obesidad.
Insecticida ilegal en el agua
A pesar de ser un plaguicida prohibido, solo 7 de los 25 organismos de cuenca analizaron la presencia de diazinon en sus aguas en 2023, según el Ministerio de Transición Ecológica. Y tras 17 años siendo ilegal, las analíticas detectaron diazinon en el 4% de las ocasiones. En algunos casos, como en el río Genil en su paso por Granada, en valores muy altos (2,84 microgramos/litro).
Insecticida diazinon en el 40% del agua potable analizada
Peor aún, el insecticida diazinon se detectó en el 38,6% de los controles de agua potable de 2022 según el Ministerio de Sanidad. Aunque únicamente fue evaluado en municipios de Cataluña, se detectó en todas en localidades de Tarragona, con valores superiores a lo permitido conforme a la nueva legislación de 2023.
¿Cuánto más necesitan las autoridades para tomar medidas? La falta de análisis es un primer problema que las autoridades deben solucionar. El segundo, investigar cómo es posible que un insecticida que se degrada en poco tiempo e ilegal desde 2007 sigue presente en el 40% de las muestras de agua potable y en el 60% de niños y niñas españolas, afectando a su salud.