La Comisión Europea puede proponer límites al más famoso y utilizado de los disruptores endocrinos, el Bisfenol A (BPA), en materiales en contacto con alimentos.
Una miembro de la Comisión Europea, Chantal Bruetschy, comentó en un evento del Parlamento Europeo del pasado martes que la Comisión trabaja en un borrador con las siguientes medidas:
- Reducir los actuales límites de BPA en los envases alimentarios de plástico.
- Introducir restricciones al BPA en los revestimientos de latas, tapones a rosca y otros envases metálicos, para los que no había límites legales.
Medida insuficiente
Aunque esta medida reducirá la cantidad de contaminación hormonal que pueda llegar a nuestros alimentos, desde las organizaciones ecologistas y de salud exigimos la eliminación total del BPA de los envases alimentarios. La prohibición total del BPA de los materiales en contacto con la comida es posible, como demostró su prohibición por parte de Francia el año 2015. A nivel europeo, sólo está prohibido completamente su uso en biberones, tras una potente presión de los consumidores.
Además, recordamos que esta limitación no se aplicará otros materiales que forman parte de los envases alimentarios, como el papel o el cartón, presentes en cajas de pizza o bolsas de palomitas.
El bisfenol A es un disruptor endocrino (EDC) de uso muy extendido como aditivo de plástico, sobretodo el policarbonato, al que confiere sus características. Pero su estructura es tan parecida a la de las hormonas femeninas que interfiere el funcionamiento del sistema hormonal. Entre sus posibles efectos dañinos están la reducción de la fertilidad masculina y la alteración de la función y desarrollo de la próstata, mama y cerebro, así como daños al sistema inmune y al metabolismo.
Por estas razones es imprescindible eliminar su presencia en los productos de uso diario, especialmente aquellos con los que tengan contacto bebés o mujeres embarazadas, ya que los efectos en estos casos, pueden ser irreversibles. Algunos ejemplos exitosos de eliminación del BPA han sido la eliminación de los tickets de los supermercados de Francia (ver noticia), para evitar el daño a los trabajadores de caja o en las bolsas de palomitas, gracias a la innovación de una empresa española (ver noticia).
Cuidado con las alternativas
La Comisión deberá velar de la validez de los materiales elegidos como alternativa al BPA: un representante de la cadena de supermercados danesa COOP, líder en la eliminación voluntaria de los disruptores endocrinos en sus productos, alerta de que algunos fabricantes están reemplazando al BPA con otros compuestos del grupo de los bisfenoles, con parecidos efectos en la salud y el medio ambiente.