El 34,6% de las aguas superficiales están contaminadas por glifosato, un herbicida tóxico para los ecosistemas acuáticos según la UE, que contamina también el 99,8% de nuestros cuerpos.
Nadando en glifosato
Las aguas superficiales y subterráneas están contaminadas por glifosato y su principal residuo de degradación, AMPA. Así lo indican las analíticas del Ministerio de Transición Ecológica (Miterd) de los años 2021 y 2022: más de un tercio de los puntos de muestreo contenían residuos del herbicida.
El Miterd informaba de que el 34,6% de los puntos de muestreo de aguas superficiales estaban contaminadas por glifosato en 2022, como indica el siguiente mapa:
El nuevo informe de Ecologistas en Acción«Nadando en glifosato»reúne y analiza los datos oficiales de las demarcaciones hidrográficas para obtener una fotografía más exacta del nivel de contaminación, cuenca por cuenca.
Nadando en glifosato permite conocer datos como que un punto del río Guadiana tenía 3.000 veces más glifosato del que permite la normativa. En un ranquin de los 10 puntos con mayor cantidad de glifosato en 2021, el Guadiana arrasa con 5 puestos.
El informe también permite conocer que los tres ríos con mayor porcentaje de detección de glifosato fueron el Tajo con glifosato en el 43% de las analíticas realizadas, el Ebro con glifosato presente en el 40% de los análisis y el Duero con el 37%.
Tóxico para los ecosistemas acuáticos
Demasiada contaminación con un herbicida que es tóxico para los ecosistemas acuáticos con efectos duraderos, según las Agencia de Sustancias Químicas Europea:
Esta clasificación, unida a la presencia de la sustancia en un tercio de nuestras aguas, debería ser suficiente para que el Gobierno español vote en contra de la renovación del herbicida la segunda semana de octubre.
Glifosato en los cuerpos de las agricultoras
Si proteger la naturaleza no fuera suficiente razón, proteger la salud de las agricultoras sí debería serlo.
Un estudio reciente encontró el herbicida glifosato en la orina del 99,8 % de los participantes franceses. No sorprende que la cantidad hallada en los y las agricultoras fue superior a la de la población general. Entre estos, los del sector vitivinícola tuvieron una exposición media mayor.
Los sectores que apoyan el glifosato minimizan la relevancia de estos estudios, razonando que las cantidades detectadas son mínimas o que el glifosato es secretado rápidamente por el organismo. Pero estos razonamientos fracasan por estas tres razones:
- El glifosato es un tóxico semi-persistente: su alta exposición diaria hace que su concentración en el organismo humano se renueve de manera constante.
- Estudios mas recientes avalan que la cantidad de herbicida eliminado a través de la orina es muy pequeña. Hasta hace poco, solo se contaba con investigaciones con animales de laboratorio, que mostraban que las tasas de excreción de una dosis oral de glifosato eran del 20%. Pero recientemente, se ha descubierto que solo el 1 % de la dosis de glifosato se excreta en la orina humana dentro de las 44 horas. Los autores del estudio señalan que la determinación precisa de la exposición interna y externa es un problema importante de salud pública porque la evaluación de la toxicidad se basa solo en estimaciones de la dosis absorbida.
- Al ser un disruptor endocrino, actúa a muy bajas dosis. Cualquier cantidad en el cuerpo puede derivar en un problema de salud.
Defensor del Pueblo contra glifosato
El Defensor de Pueblo cree que el Ministerio de Transición Ecológica debe mejorar la transparencia y conciencia social sobre el glifosato.
Por eso, le solicitó un nuevo indicador de resumen de los resultados del control de plaguicidas en aguas publicado en el “Perfil Ambiental de España”. También invitó al Ministerio a publicar el riesgo por presencia de glifosato para clasificar las aguas en tres categorías de riesgo: sin riesgo, sospechoso y probable (de donde hemos extraído el mapa inicial). Y sugirió al Miterd llevar a cabo numerosas mejoras para que no se siga evaluando la presencia del glifosato de forma inadecuada, como se hace ahora, según indica el propio Defensor del Pueblo.
Cumplir la normativa
Con el glifosato, España incumple la normativa de plaguicidas: incumple los límites de contaminación y no busca las alternativas a las que obliga la gestión integrada de plagas. De ahí que las ventas del herbicida hayan aumentado un 76% en 10 años, llegando a más de 13 millones de kg en 2020.
Los datos de contaminación de las masas de agua por glifosato, su presencia y menor eliminación de los humanos, la toxicidad para la naturaleza y las personas, la existencia de alternativas viables…
todo invita al Gobierno a que se oponga a la renovación de la autorización del glifosato en la Unión Europea.