Si crees que los herbicidas no son tóxicos para las abejas porque están diseñados para matar plantas, te equivocas. La ciencia deja claro que los herbicidas basados en glifosato les causan diferentes y graves daños.
El glifosato es tóxico para las abejas
No solo los insecticidas amenazan a las abejas. Los herbicidas a base de glifosato también son tóxicos para ellas, de muchas y diferentes formas. Así lo demuestran los hallazgos científicos que recoge el informe «Herbicidas a base de glifosato y su impacto en la salud de las abejas«.
Las abejas están expuestas a los herbicidas tanto por contacto directo o como por ingestión a través de alimentos y agua contaminada.
Los herbicidas a base de glifosato se utilizan ampliamente para combatir las malas hierbas en la agricultura, en pueblos y ciudades, en jardines e incluso en áreas naturales protegidas. Como consecuencia, la exposición al glifosato está muy extendida en el medio ambiente, Por eso, las abejas no pueden evitar entrar en contacto con este tóxico.
Efectos del glifosato en las abejas
El informe muestra que el glifosato:
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Afecta al microbioma intestinal de las abejas, haciéndolas mucho más vulnerables a enfermedades y otros impactos nocivos.
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Altera huevos, larvas y pupas de las abejas. Por ejemplo, las crías que comen alimentos contaminados con glifosato retrasan el desarrollo y reducen su peso.
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Puede afectar la termorregulación, lo que conduce a la disminución indirecta de la colonia, como ocurre con abejorros expuestos a bajas dosis de glifosato.
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Afecta a la reproducción, reduciendo el éxito reproductivo.
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Interrumpe las habilidades de búsqueda de alimento y la navegación a dosis muy bajas, al afectar a su sistema nervioso. Esto afecta al comportamiento y debilita el potencial de supervivencia de la colonia.
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Tiene un impacto negativo en la capacidad de aprendizaje y la memoria de las abejas: el glifosato reduce la sensibilidad de las abejas al néctar y el aprendizaje elemental y la retención de la memoria a corto plazo.
Por si esto fuera poco, los productos de glifosato que se venden van acompañados de otras sustancias tóxicas, los coformulantes. La toxicidad de estos aditivos no se evalúa adecuadamente ni solos ni en combinación con los demás componentes del plaguicida.
Europa debe decir «No al glifosato»
El debate sobre la renovación de la autorización del glifosato en la UE, que se realizará en diciembre de 2023 debe tener en cuenta los riesgosa para las abejas que muestra la extensa literatura científica.
La suma de este impacto a todos los demás impactos negativos sobre la salud humana y el medio ambiente, solo puede llevar a una conclusión: eliminar el glifosato.
También lo dice la ley europea. La normativa de plaguicidas de la UE (Reglamento 1107/2009), que hace mención específica a la protección de las abejas melíferas y sus colonias, dice que ninguna sustancia activa empleada en plaguicidas debe afectar negativamente a la salud humana, animal ni al medio ambiente.
El objetivo de la Ley de plaguicidas de proteger la salud humana y animal y el medio ambiente debe tener siempre prioridad sobre el objetivo de mejorar la producción. Esto quedó claro con la reciente sentencia del Tribunal de Justicia Europea sobre el uso de excepciones para plaguicidas prohibidos.
Según esta sentencia, las autoridades europeas deben tener en cuenta el principio de precaución. «Proteger a los seres humanos y la salud animal y el medio ambiente deben ‘tener prioridad’ sobre el objetivo de mejorar la producción vegetal”.