La mitad de los moldes de silicona analizados liberan tóxicos en la comida cuando se utilizan a altas temperaturas, según el Consejo de Consumo Danés. ¡Conoce qué consejos seguir para que tus moldes de silicona no contaminen tus alimentos!
¿Silicona sí o no?
La silicona es un polímero inorgánico de silicio y oxígeno derivado del polisiloxano, muy resistente al calor, flexible, repelenta al agua y a la grasa. Todas estas ventajas han hecho que se popularice su uso en la cocina para hornear pasteles o para cocinar.
Pero no todo son ventajas. La silicona puede contener diversas sustancias químicas peligrosas que pueden migrar a los alimentos en contacto con la silicona.
El Consejo Danés de Consumo ha testado 18 moldes de silicona para hornear en busca de las sustancias químicas que puedan liberar.
La silicona sí puede contaminar los alimentos
Si se usa a altas temperaturas una silicona que no se ha fabricado adecuadamente, es decir, que no se ha endurecido lo suficiente en su producción, el material puede liberar varias sustancias químicas problemáticas.
El Consejo Danés de Consumo enfoca su análisis en:
- La cantidad de compuestos volátiles liberados por los moldes para hornear.
- Si esta liberación aumenta con la vejez del material.
- Si se liberan sustancias particularmente problemáticas, como por ejemplo, «siloxanos cíclicos».
Los llamados «siloxanos cíclicos» son un grupo de sustancias que se encuentran en la lista de sustancias altamente preocupantes del reglamento de químicos de Europa (REACH). Algunos son sospechosos de ser disruptores endocrinos y uno de ellos también está clasificado como sospechoso de dañar la fertilidad.
La mitad de los moldes de silicona analizados, 9 de 18, liberan elevadas cantidades de tóxicos y/o liberan siloxanos cíclicos.
Para analizar la variación de migración de contaminantes en el tiempo, los moldes se testaron tres veces. Si la liberación de tóxicos aumenta con cada uso, el material no es estable y no es adecuado para un uso repetido. En la mayoría de ellos, la liberación disminuye con el tiempo, pero para algunos la migración de sustancias químicas aumenta desde la primera hasta la tercera prueba.
Consejos para tener buenos moldes de silicona
El Consejo Danés de Consumidores da estos consejos respecto a los moldes de silicona para hornear:
- Usar moldes que indiquen la temperatura máxima a la que pueden utilizarse.
- Elegir moldes de origen conocido, preferiblemente de la Unión Europea. En el test, de los 9 moldes que liberaban tóxicos, 5 se compraron online en Aliexpress, Amazon y Wish.
- Antes de hornear por primera vez, lavar el molde y calentarlo vacío durante unas horas en el horno a 200ºC. El precalentamiento puede reducir la cantidad de sustancias que se liberan en los alimentos cuando el producto se utiliza posteriormente para hornear.
- No colocar los moldes muy cerca de las paredes del horno.
- Desechar los moldes cuando se vean claramente desgastados.
No hay legislación para la silicona en contacto con alimentos
La normativa europea no puede permitir que ningún material destinado a estar en contacto con alimentos libere sustancias tóxicas en cantidades que sean dañinas para la salud humana.
El problema es que la legislación europea no es uniforme y algunos materiales «se escapan». Es el caso de la silicona destinada al contacto con alimentos, para la que no existe una legislación específica que limite la liberación de sustancias. Lo mismo ocurre con la cerámica y con los envases hechos de cartón y papel (que liberan sustancias tóxicas fluoradas).
Europa debe crear requisitos para todo tipo de materiales destinados al contacto con alimentos y prohibir totalmente las sustancias químicas extremadamente preocupantes en los equipos de cocina y los envases de alimentos.
Por suerte, la Comisión Europea está revisando la legislación, y se espera que las reglas para los materiales en contacto con los alimentos sean más uniformes en el futuro.
Un molde de silicona no es el problema
El Consejo Danés de Consumidores hace hincapié en que el efecto cóctel también debe tenerse en cuenta cuando se evalúa la seguridad de las sustancias que están en contacto con los alimentos.
“No basta con considerar si la liberación de una sustancia química es dañina para usted cuando está comiendo un muffin horneado en molde de silicona. La exposición real es probablemente pequeña y, por lo tanto, en sí misma es segura. Sin embargo, estamos expuestos a sustancias problemáticas de muchas fuentes diferentes día tras día, lo que significa que la exposición química total aumenta y se vuelve problemática», dice Stine Müller, gerente de pruebas del Consejo de Consumidores Danés.