Datos tachados, cifras agregadas, datos de ventas voluntarios… así es la información sobre plaguicidas del Ministerio de Agricultura. Mantener las ventas de plaguicidas secretas impide controlar la reducción de la toxicidad en los cultivos.
El Ministerio de Agricultura tiene la obligación de informar a Europa sobre los kilogramos de plaguicidas vendidos en España. Estos datos los da anualmente con dos años de retraso.
Vamos a ver los pasos que sigue el Ministerio de agricultura para cumplir con esta obligación:
1 ¿Cómo obtiene los datos?
El Ministerio de Agricultura obtiene los kilogramos vendidos por medio de unas encuestas voluntarias que rellenan las empresas comercializadoras de los propios plaguicidas.
Las encuestas son tan voluntarias, que el último año con este dato, el 2019, sólo el 12,8% de las empresas la contestaron, sin que conste consecuencia de la falta de respuesta.
Esto hace dudar de la fiabilidad de los datos que recolecta el Ministerio. Parece lógico dudar de las cifras que proporciona la industria, algo así como poner al zorro a guardar el gallinero.
2 ¿Cómo presenta los datos?
Una vez cosechados los datos, el Ministerio los presenta en su web de forma agregada. Es decir, informa sobre los kilos de herbicidas vendidos pero impide conocer los kilos de cada sustancia activa, por ejemplo glifosato.
Esta agregación es importante porque supone una pérdida de información sobre la toxicidad, que es diferente para cada sustancia, tanto para el medio ambiente como en nuestra salud.
Para conocer los datos concretos, Ecologistas en Acción se ha visto obligada a pedir a la agencia de estadística de la Unión Europea, Eurostat, las ventas de plaguicidas, desagregadas por sustancia activa.
Pero, ¡oh sorpresa! Los datos enviados por Europa presentan tachaduras propias de los casos de corrupción más sonados de España. Tachones equivalentes a un marcado “top secret”.
Ejemplo de datos enviados a Ecologistas en Acción por Eurostat. Para ver todos los datos, sigue este enlace.
3 Secreto estadístico
Tras numerosas consultas, el Ministerio contesta que los tachados ocultan datos considerados «secreto estadístico» para que la ciudadanía no pueda asociar los kilogramos vendidos de una sustancia con la empresa comercializadora de la misma. ¿Qué problema supone ese dato para la empresa?
Europa permite este secreto estadístico pero el Ministerio de Agricultura lo interpreta de manera tan extensa que lo aplica a las cantidades de pesticidas que hayan sido comercializados por tres o menos empresas o a cualquier agrotóxico del que un determinado comercializador tenga una cuota del mercado superior o igual al 85%.
En definitiva, la aplicación de la norma del secreto estadístico por parte del MAPA convierte un listado de cantidades desagregadas de pesticidas comercializados en un “animal print” con multitud de manchas negras.
El robo de información es tal que en 2020, dan datos de ventas de 147 plaguicidas y ocultan datos de 229. De las 147 sustancias con información, aproximadamente un 26% tuvo cero ventas.
Lucha por el derecho a saber
En resumen, opacidad 229, trasparencia 147. Derrota por goleada del derecho a saber.
Reducir un 50% para 2030 el uso de plaguicidas es una de las medidas clave del Pacto Verde Europeo. Pero sin datos que permitan calcular la venta y toxicidad de plaguicidas, ¿Cómo vamos a saber la efectividad de las políticas del Ministerio, tal y como su propia Subdirección General de Análisis clama en su página web?
La venta de plaguicidas es una información que debe darse al público porque tienen efectos adversos sobre el medio ambiente y la salud humana.
Por esta razón, Ecologistas en Acción ha llevado este tema al Defensor del Pueblo Español y Europeo, y se plantea acudir a los tribunales por la ocultación de información a la ciudadanía.