Los envases de comida de usar y tirar con tóxicos permanentes y perjudiciales para la salud siguen siendo habituales en Europa. Conoce los llamados per y polifluoroalquilos y cómo evitarlos de la mano de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia.
Los PFAS siguen muy presentes en Europa
Las sustancias persistentes llamadas per y polifluoroalquilos (o PFAS) siguen siendo muy habituales en Europa.
Uno de los lugares en donde nos exponemos a estos tóxicos es en los envases de comida rápida. Así lo demuestra un estudio reciente de la organización Arnika junto a Alianza para la Salud y el Medio Ambiente (HEAL), CHEMTrust y otras seis organizaciones.
Dada su elevada persistencia (tardan hasta mil años en descomponerse en la naturaleza) también siguen estando muy presentes en nuestros cuerpos y en el medio ambiente.
La investigación sobre PFAS en envases alimentarios muestra que el 38% de las muestras de envases de comida para llevar han sido tratadas con estos tóxicos para que los alimentos no se peguen al envase. Se trata de envases de grandes cadenas internacionales de comida rápida como McDonalds, KFC, Subway o Dunkin Donuts.
Los PFAS también se denominan “sustancias químicas permanentes” porque son de naturaleza extremadamente persistente, apenas se descomponen y contaminan el agua potable, el suelo o el aire.
Por definición, los envases de un solo uso se desechan inmediatamente. Como además se usan en grandes volúmenes, generan una gran cantidad de residuos que contienen PFAS que contaminan el agua potable y permanecen y se acumulan en el medio ambiente y la cadena alimentaria.
Los estudios han demostrado que los PFAS pueden migrar del envase al alimento, lo que se suma a la exposición general al PFAS de la población.
Puedes ver el resumen del estudio aquí.
Los peligros de los PFAS para la salud
La siguiente infografía de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) muestra cuáles son los principales peligros para la salud relacionados con la exposición a PFAS.
Los estudios científicos asocian la exposición a una serie de PFAS con efectos adversos graves para la salud, como cáncer de riñón y testículo. Algunos PFAS son contaminantes hormonales o disruptores endocrinos y se relacionan con impactos en los sistemas inmunológico, reproductivo y hormonal, así como con una respuesta reducida a las vacunas.
Según la FIGO, se relacionan también con un menor peso al nacer, mayor probabilidad de hipertensión y preeclampsia y mayor colesterol.
Por estas razones, aconsejan que reduzcamos la exposición individual evitando el uso de envases de comida rápida, ropa impermeable tratada con PFAS y sartenes con antiadherentes. A nivel político, piden que se prohíban estas sustancias.