Los productos menstruales desechables no solo son dañinos para el medio ambiente, ya que acaban en vertederos, playas y océanos. También pueden ser perjudiciales para nuestra salud, además de caros. Información para una menstruación libre de plástico, tóxicos y tabúes.
Fuera culpa: los siguientes datos no son para que nos sintamos culpables sino para ayudarnos a descubrir alguna alternativa con menor impacto en nuestro planeta y nuestro cuerpo.
Hablemos de la menstruación
El hecho de que cada vez hablemos más de nuestra menstruación tiene un impacto importante tanto en nuestra propia salud como en las montañas de desechos que generamos. Así lo aseguran el conjunto de organizaciones que forman WEFC (Women Engage for a Common Future) en su último informe, «Periodos libres de tóxicos».
La erradicación de tabúes a la hora de hablar de la menstruación hace que sea mucho más fácil y accesible usar opciones más saludables y ecológicas, como las compresas lavables o la copa menstrual. Además, las alternativas saludables y eco son más baratas.
Si tres de cada cuatro adolescentes entre 12 y 15 años dicen saber poco o nada sobre la menstruación, es fácil que crean en los viejos tabúes sobre la misma, como que es sucia, o piensen que una menstruación dolorosa es lo normal.
Las compresas y los tampones desechables se anuncian como productos cómodos que nos ayudan a ser más libres. Pero esos mismos anuncios muestran la menstruación como algo que debemos ocultar. Por esta razón, muchas mujeres se deshacen de sus compresas y tampones usados tirándolos por el retrete.
La creciente montaña de plástico
En los Países Bajos, país en donde se ha realizado el estudio, una mujer consume a lo largo de su vida entre 11 y 16 mil compresas, tampones y protectores de bragas, a menudo empaquetados individualmente en plástico.
Esto genera mucha basura. De media, a lo largo de nuestra vida, ¡cada una podemos producir unos 90kg de residuos de compresas y 60kg de tampones!
Este tipo de desechos no son reciclables. Por esta razón, en Europa el 87% de estos productos acaban en vertederos y el 13% restante es incinerado. Además, una compresa puede ser de plástico en hasta un 90%, por lo que se necesitan más de 100 años para que se descomponga.
Los productos menstruales desechables y las toallitas húmedas que se tiran por el inodoro acaban en el medio marino. Ya son el 5% de los residuos flotantes encontrados en la costa catalana. Y cuando se deshacen en el mar, dispersan gran cantidad de microplásticos.
Sin obligación de informar sobre los ingredientes
Aunque resulte extraño, los productores no están obligados a decirnos qué ingredientes tienen los productos mentruales que comercializan. Tampoco existen requisitos específicos para la composición, producción de productos menstruales, tal y como desveló una investigación realizada en Francia por ANSES.
Si a esto sumamos el tabú en torno a la menstruación femenina, que por suerte va desapareciendo, el resultado es que apenas existen datos sobre los tóxicos presentes en compresas y tampones desechables.
Recientes estudios como el informe Chem Fatale y las hojas informativas de Women Environmental Network desvelan una larguísima lista de sustancias nocivas en los productos de cuidado femenino.
La investigación detectó que muchas sustancias tóxicas no se agregaron intencionadamente sino que se crearon accidentalmente durante el proceso de fabricación. Este es el caso de las dioxinas, cancerígenas y disruptoras hormonales. En otras ocasiones, los tóxicos se encuentran en las materias primas, como el pesticida glifosato en el algodón.
Disruptores hormonales en los productos menstruales
Los disruptores endocrinos o EDCs se encuentran en varios componentes de nuestros productos menstruales.
- En el plástico: Las compresas pueden estar compuestas de hasta un 90% de plástico (Polietileno, propileno, etc). Este plástico contiene plastificantes llamados ftalatos utilizados para darle ciertas características de resistencia y suavidad. Los ftalatos son conocidos disruptores endocrinos relacionados con infertilidad y reducción del periodo de gestación, entre otros daños.
- En las fragancias artificiales: Las fragancias artificiales pueden alterar el sistema hormonal. Además, se fijan al producto por medio de ftalatos.
- Sustancias accidentales: que no se añaden intencionalmente. Por ejemplo, la exposición a dioxinas puede afectar al desarrollo de endometriosis y cáncer.
Todas estas sustancias penetran a través de las mucosas de la vagina, una de las partes más absorbentes de nuestro cuerpo.
Una dosis minúscula de disruptores hormonales en cada producto menstrual puede tener consecuencias dado el elevado número de productos que usamos. Además, no solo nos exponemos a un tipo de tóxico, sino a un conjunto de ellos presentes en productos de limpieza, mobiliario o alimentos, que conforman el llamado efecto cóctel.
Menstruación libre de plástico y tóxicos
Las copas menstruales, las bragas y las compresas reutilizabes son las alternativas más habituales a los productos convencionales. Para una menstruación libre de plástico, contamos cons alternativas saludables como copas menstruales y las compresas y bragas lavables. Debemos fijarnos en que las copas sean 100% silicona para asegurarnos de que no se ha utilizado otro material más barato. Las compresas y bragas lavables, de algodón ecológico son, según el informe, la opción más ecológica, sobre todo si se lavan con agua fría.
También existen opciones como compresas y tampones de un solo uso biodegradables, de algodón ecológico y sin blanquear. Es una opción ecológica y saludable pero no evita la generación de residuos.
Al utilizar compresas y tampones desechables, cada una de nosotras puede generar hasta 600 kg de residuos no recicables a lo largo de su vida. Son productos caros que nos exponen a tóxicos que pueden afectar a nuestra salud.
Si aún no lo haces, te aconsejamos que te cuides con una de estas opciones saludables para ti y el planeta. ¡Es más fácil de lo que parece a priori!