Frenar la propagación de la COVID19 en casas y comunidades, proteger de la enfermedad a los miembros del hogar, y minimizar los riesgos para la salud que pueden tener los productos desinfectantes. En este artículo vemos consejos útiles para que esta triada sea posible.
Cada vez más estudios asocian el uso de productos desinfectantes y de limpieza, tanto en el hogar como en el trabajo, con la enfermedad del asma. En el contexto de pandemia actual, dentro del sector sanitario hay una creciente preocupación por el incremento del uso de desinfectantes para frenar la COVID-19, por los problemas que puedan ocasionar la exposición a este tipo de productos a la salud respiratoria. Sin embargo, los desinfectantes pueden ser usados en un contexto apropiado y aplicados de manera responsable para reducir riesgos. Además, si se utilizan de manera correcta, dichos riesgos se ven compensados por el beneficio de evitar la transmisión del virus.
Según un estudio publicado recientemente en Canadá, la ratio en ese país de asma pediátrica es del 13 % y ha estado incrementando a lo largo del tiempo. Una cifra que en España se mantiene similar o incluso superior según la Guía española para el Manejo del Asma que, dependiendo de la zona geográfica, establece entre un 9,3 % y un 16,6 % el asma y silibancias persistentes para niñas y niños de entre entre 6 y 7 años.
A su vez, dicho estudio asocia la exposición por el uso de productos de limpieza en los primeros meses de la vida de un bebé recién nacido con el riesgo de silibancias y asma a la edad de tres años. En sus conclusiones el estudio también evidencia que, aunque es necesario realizar más investigación, parece que el uso de productos de limpieza incrementa el riesgo de contraer asma o silibancias persistentes en todos los grupos de edad.
Debido a este y otros estudios similares, algunas ONGD han mostrado su preocupación. La organización estadounidense Women’s Voices for the Earth ha advertido de que el probable uso excesivo de desinfectantes conteniendo sustancias como el amonio cuaternario o la lejía pueden ser un riesgo oculto para la salud humana durante la pandemia. Por su parte, Beyond Pesticides ha pedido a la industria y a los reguladores que presten atención a cómo los desinfectantes pueden afectar a los grupos de personas más vulnerables a los virus.
Es importante que en el intento de evitar la propagación de la enfermedad COVID-19 no pongamos en riesgo a las personas por el mal uso de desinfectantes. No obstante, no se trata de dos aspectos incompatibles, solo tenemos que saber cuándo y cómo utilizar los desinfectantes de manera adecuada y segura. Aquí te dejamos algunos consejos:
1. El lavado frecuente de las manos con agua y jabón sigue siendo la mejor manera de evitar contraer el virus, seguido de desinfectantes para las manos cuando no se puedan lavar.
2. Evitar tocarse la cara y el distanciamiento social también son formas recomendadas para prevenir la propagación.
3. Es posible que en los hogares se decida ampliar los hábitos de limpieza para incluir una mayor desinfección de las superficies. Recordemos que una persona puede estar infectada con el virus hasta dos semanas antes de desarrollar síntomas, por lo que esperar a que aparezcan los síntomas puede ser demasiado tarde para intensificar las prácticas de desinfección. En caso de que se vea necesaria la desinfección con biocidas, para evitar una exposición prolongada o muy alta se pueden seguir estas medidas:
- Limpiar primero, desinfectar segundo. Lavar una superficie con agua y jabón para eliminar tantos patógenos como sea posible, y luego desinfectar para matar el resto.
- Asegurarse de que el desinfectante no esté caducado.
- Seguir las instrucciones de la etiqueta para la dilución, el tiempo de contacto y el uso seguro.
- No mezclar nunca la lejía de la casa con amoniaco o cualquier otro limpiador. Esto es muy importante para evitar los contaminantes secundarios.
- Usar guantes al mezclar y aplicar los desinfectantes.
- Ventilar durante y después del evento de desinfección.
- No limpiar alrededor de niñas y niños.
- Evitar pasar tiempo en una habitación después de la aplicación de productos de limpieza.
- Evitar los productos de limpieza que contengan fragancias o que sean rociados.
Si te interesa seguir investigando sobre cómo realizar un mantenimiento más ecológico y sano de tu hogar, te dejamos este vídeo con varias sugerencias.