Algunos utensilios de cocina fabricados con fibra de bambú pueden contaminar los alimentos con melamina y formaldehído, ambos tóxicos disruptores endocrinos.
Bambú… y algo más
Los utensilios de cocina de bambú se han puesto de moda en los últimos meses como una alternativa saludable y ecológica al plástico.
Uno de los materiales más utilizados para sustituir al plástico ha sido el bambú, que al ser de origen natural parece una buena opción.
Pero muchos de los utensilios vendidos como bambú no son sólo de bambú. Muchos vasos, platos y tápers están fabricados con una mezcla de bambú y una resina de melamina y formaldehído. Ambas sustancias tóxicas se desprenden del material (de la misma forma que ocurre con los envases de plástico) y pueden afectar a la salud hormonal.
Según la Agencia de Sustancias Químicas Europea (ECHA), el formaldehído es tóxico si se ingiere, entra en contacto con la piel o se inhala. Provoca quemaduras graves en la piel y lesiones oculares, y puede causar cáncer y defectos genéticos y alergias. La organización Endocrine Disruption incluye el formaldehído en su listado de un disruptores endocrinos.
En cuanto a la melamina, numerosa evidencia científica apunta a que podría afectar al desarrollo neurológico, al comportamiento y al peso. De ahí que no se recomiende su uso, especialmente en vajilla infantil.
La posibilidad de que un utensilio en contacto con alimentos pueda liberar estos tóxicos en la comida hace se desaconseje su uso.
La cantidad de tóxicos liberada aumenta con alimentos calientes y ácidos. Si quieres reducir esta cantidad sin comprar envases nuevos, sigue estos consejos prácticos.
El Aldi de Dinamarca retira tazas de bambú
En diciembre del año pasado, las autoridades polacas analizaron las tazas de bambú del supermercado Aldi en Polonia y encontraron que el formaldehído que se desprendía de ellas excedía los límites legales de seguridad.
Por esta razón, y para evitar todo riesgo, la sucursal danesa de la cadena ha decidido retirar sus tazas de resina de melamina y bambú.
Según un portavoz de la cadena, las tazas retiradas en Dinamarca se siguen vendiendo en las tiendas Aldi de España. Aquí no se han retirado porque, tras examinarlas en tests internos llevados a cabo por «institutos de pruebas independientes y acreditados», no han detectado que el formaldehído liberado supere los límites.
Puede que la diferencia de estrategias comerciales de Aldi en Dinamarca y España se deba también a que los consumidores daneses son muy exigentes en todo lo referente a tóxicos, mientras que en España esta conciencia va en aumento, pero aún es incipiente.
Por supuesto, el problema de los utensilios de bambú contaminantes no sólo se circunscribe a la cadena de supermercados Aldi.
Cualquier utensilio de bambú que vaya a utilizarse con alimentos merece ser examinado ya que los vasos de Aldi no han sido los únicos que se han retirado o detenido en la frontera.
De hecho, en el portal del Servicio de Alertas de Seguridad de Alimentos, una búsqueda por tipo de «material en contacto con alimentos» muestra que muchos productos de bambú y melamina han sido retirados y detenidos en la frontera por la cantidad de tóxico que liberaban a la comida.
Recordamos que los materiales más seguros para contener alimentos son el vidrio, el acero inoxidable y la cerámica.
Scan4Chem: Una app por el derecho a saber
A la hora de comprar un objeto ¿cómo ejercemos nuestro derecho a saber si contiene sustancias preocupantes?
Ecologistas en Acción junto a otras organizaciones europeas pertenecientes al proyecto AskREACH, está desarrollando una aplicación para el móvil, llamada Scan4Chem que permitirá consultar a las empresas sobre las sustancias preocupantes que contenga uno de sus artículos de consumo.
Todas las empresas productoras, comercializadoras e importadoras tienen la obligación de responder, en un plazo máximo de 45 días después de la consulta en el caso de que el producto escaneado tenga sustancias preocupantes.
El proyecto también está desarrollando una base de datos de productos en la que las empresas pueden almacenar la información sobre sustancias preocupantes para que sea más accesible para el consumidor.
El objetivo de scan4Chem es reforzar el derecho a saber qué tóxicos hay en los productos de consumo para poder llevar a cabo una compra informada, un derecho que asegura la normativa europea de sustancias químicas.
La app podrá utilizarse a partir de Octubre de este año.