Tras la palabra «fragancia», tan habitual en las etiquetas productos de belleza y cuidado personal, se esconden cientos de sustancias tóxicas con consecuencias graves para la salud, según desvela un análisis de más de 100 productos de «Breast Cancer Prevention Partners».
Fragancias
La fragancia o perfume de un cosmético o producto de limpieza se obtiene de una mezcla de la paleta de los 4.000 productos químicos utilizados por la industria.
Las fragancias artificiales se han convertido en algo habitual que perfuma juguetes, productos para el cuidado del cabello, lociones, productos para bebés, limpiadores de suelos, maquillaje, productos alimenticios, ambientadores y perfumes.
Incluso los productos «sin perfume» pueden contener fragancias químicas para enmascarar los olores de otros ingredientes.
Muchas de las sustancias químicas de las fragancias son disruptores endocrinos relacionados con el cáncer de órganos hormono-dependientes (como el cáncer de mama), los defectos de nacimiento y otros problemas de salud crónicos.
Ingredientes secretos
La normativa actual permite mantener en secreto los ingredientes presentes en la fragancia. Para saber exactamente qué sustancias se esconden bajo esa palabra debemos recurrir a los análisis de laboratorio.
La relación entre los tóxicos presentes en las fragancias y el cáncer de mama, así como la falta de información por parte de la industria, ha motivado que la organización para la prevención del cáncer de mama Breast Cancer Prevention Partners (BCPP) investigue las sustancias tóxicas que utilizan las principales marcas cosméticas y de limpieza del hogar.
El estudio «Derecho a saber: Exposición a sustancias químicas tóxicas de las fragancia en productos de belleza, cuidado personal y limpieza» ha analizado en laboratorio 100 productos de cuidado personal y 40 productos de limpieza.
Los tests realizados permiten conocer la presencia y concentración de diversos tóxicos a la vez. Este tipo de análisis son los más adecuados cuando se desconoce los ingredientes presentes en una mezcla.
Resultados del estudio
En sólo 25 productos de cuidado personal se han detectado:
- 338 tóxicos que se relacionan con al menos un problema de salud,
- 99 sustancias se relacionan no con uno, sino con múltiples efectos en la salud.
La principal conclusión del estudio es el 75% de los tóxicos que se relacionan con daños crónicos para la salud se encuentran escondidos detrás de la palabra fragancia.
Son ejemplos de las sustancias encontradas en los análisis:
Tolueno: disolvente industrial utilizado en productos como pinta uñas y con efectos de alteración endocrina, daños al desarrollo y a la reproducción, irritación de la piel y neurotoxicidad.
Parabenos: conservantes disruptores endocrinos también relacionados con el cáncer.
Ftalatos: utilizados para fijar las fragancias y como plastificantes y asociados a la disrupción hormonal, obesidad, daños reproductivos y neurotóxicos.
Benzofenonas: Utilizadas en filtros solares, también protegen las fragancias. Se asocian al cáncer y la alteración hormonal.
Los productos con más tóxicos
El producto que contiene el mayor número de sustancias tóxicas es el champú infantil «Just for Me«. El 60% de sus tóxicos no aparecen en la etiqueta, sino que se resumen con la palabra «fragancia».
Aunque el estudio se ha realizado en California, algunas de las marcas más tóxicas también se venden en Europa. Tal es el caso de Olay, Axe, Johnson&Johnson.
Tanto consumidores como trabajadores tenemos el derecho a saber si los productos son seguros. El primer paso para conseguirlo son leyes que obliguen a desvelar las sustancias ingredientes de cosméticos y productos de limpieza.