En los últimos años, la copa menstrual es una alternativa habitual frente a las compresas y los tampones de usar y tirar. Veremos cómo además de ser una opción más ecológica y barata, pueden ser una opción libre de tóxicos.
La copa menstrual es una alternativa ecológica con la que evitamos lanzar a la naturaleza los residuos plásticos correspondientes a los entre 12.000 y 16.000 productos de higiene de usar y tirar que usamos de media a lo largo de nuestra vida.
¡Compresas y tampones ocupan el quinto puesto entre los residuos de plástico que contaminan los mares!
Además, los productos no desechables son más baratos que las típicas compresas y tampones. De hecho, según los estudios, los productos reutilizables como copas o compresas de tela permiten ahorrar entre 1.500 y 7.500 euros a lo largo de la vida.
Análisis de copas menstruales
Un nuevo estudio de la organización de consumidores danesa THINK Chemicals analiza 7 copas menstruales para detectar la presencia de diferentes tóxicos, entre ellos los contaminantes hormonales que podrían alterar el equilibrio de nuestro sistema hormonal.
Las copas menstruales están en contacto directo y prolongado con la membrana mucosa, muy permeable, por lo que es importante que no contengan disruptores endocrinos para evitar que entren al cuerpo con facilidad.
En concreto, el estudio pretende averiguar si las copas menstruales contienen ftalatos (que son disruptores endocrinos habituales en plásticos), nitrosaminas cancerígenas, metales pesados y parafinas cloradas.
En general, los resultados muestran que las copas menstruales no contienen cantidades significativas de sustancias tóxicas.
La copa menstrual Lunette Clear recibe la mejor calificación de las organizaciones de consumidores ya que no contenía ninguna de las sustancias problemáticas analizadas en la prueba.
Los 6 productos restantes reciben la calificación media debido a que se detectó que su silicona liberaba compuestos volátiles en niveles superiores a los recomendados para chupetes de silicona y envases de silicona en contacto con alimentos.
La silicona puede emitir sustancias volátiles
De las 7 copas analizadas, 6 están hechas de silicona y una de TPE, elastómero termoplástico (solo han testado la presencia de sustancias volátiles en los productos de silicona).
Los tests muestran que las copas menstruales pueden contener compuestos orgánicos volátiles.
No analizan qué sustancias volátiles específicas, por lo que se desconocen sus efectos potenciales. Pero está claro que es mejor evitar los compuestos orgánicos volátiles que se liberan desde productos de silicona en contacto con la membrana mucosa.
En la mayoría de los casos, la liberación de compuestos volátiles de las copas fue mayor que el valor límite recomendado para los chupetes y los materiales de silicona en contacto con alimentos.
¡Cocina tu copa!
No existen pautas para la administración de sustancias volátiles en las copas menstruales, a pesar de que son productos con los que se está en contacto cercano y prolongado.
Por esta razón el Consejo Danés del Consumidor THINK Chemicals aconseja a las consumidoras que sigan cuidadosamente las pautas de los fabricantes y que hiervan los productos antes de su primer uso y siempre antes de volver a usar el producto. Durante el calentamiento, se liberará una gran parte de los compuestos volátiles.