Miles de cajeras de supermercado y otros establecimientos se exponen a diario al disruptor endocrino bisfenol A (BPA), presente en los tickets de compra que manipulan durante horas al día. Desde hace un par de años, el BPA está siendo sustituido por otra sustancia, el BPS, con efectos semejantes aunque menos conocida.
Tickets de Bisfenol A
Los tickets térmicos habituales en muchos establecimientos son una de fuente de Bisfenol A. (Seguro que conoces los tickets térmicos: son aquellos que después de un tiempo pierden las letras queda sólo un papel satinado blanco).
Si sólo vas al supermercado o a otros establecimientos a comprar, tu exposición será puntual. Sin embargo, para el personal de caja, que en un 89% de las ocasiones son mujeres, la exposición dérmica al Bisfenol A presente en los tickets térmicos es diario y se extiende a varias horas cada día.
La Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, en inglés) ha reconocido que 100.000 niñas europeas desarrollarán cáncer de mama por la exposición laboral de sus madres al Bisfenol A de los recibos térmicos de cajas de supermercados y otros establecimientos.
Por esta razón, a partir del 2 de enero de 2020, se prohibirán los tickets de la compra con un porcentaje en peso de Bisfenol A igual o superior al 0,02%.
Por desgracia, hasta esa fecha, miles de mujeres siguen expuestas al disruptor endocrino en sus trabajos sin conocer el riesgo al que se exponen.
El bisfenol S reemplaza al bisfenol A
Para complicar el problema, los fabricantes de tickets están sustituyendo el Bisfenol A por otros miembros de la familia de los bisfenoles, como el Bisfenol S (BPS) o el Z, menos conocidos por el público, pero igual de peligrosos.
Según un estudio de mercado llevado a cabo por la propia ECHA, el volumen de bisfenol S (BPS) utilizado en los recibos térmicos fabricados en Europa se ha duplicado entre 2016 y 2017.
El estudio prevé que el consumo de BPS crecerá en el futuro, especialmente después de que en 2020 no pueda utilizarse BPA en los tickets térmicos.
Además, como ha aumentado el consumo global de tickets térmicos, se ha producido un incremento del 7% en el consumo de Bisfenol A.
Según el Comité de Análisis de Riesgo de la Agencia Europea, la sustitución de BPA por BPS es preocupante porque «se sospecha que el BPS tiene muchos de los efectos adversos detectados en el BPA»
Según la ECHA «se sospecha que el BPS tiene muchos de los efectos adversos detectados en el BPA»
Sopa Tóxica
Esta sustitución tóxica o «Sopa Tóxica» continuará mientras las autoridades se empeñen en tomar medidas sustancia a sustancia, en lugar de regular grupos de sustancias.
En este informe, la organización CHEMTRUST denuncia que deben tomarse medidas para todo el grupo de los bisfenoles. en lugar de acumular estudios (y años de exposición) para cada una de las sustancias.
Las evaluaciones de riesgos de los puestos de trabajo deben informar sobre la exposición a disruptores endocrinos. Puestos fuertemente feminizados, como el del personal de caja de establecimientos, el personal de peluquería o el de limpieza tienen derecho a conocer la presencia habitual de estos tóxicos, que se relacionan con abortos, pérdida de fertilidad o cáncer de mama, entre otros.
No podemos permitir la exposición inadvertida a tóxicos disruptores endocrinos con efectos desastrosos para nosotras y las generaciones futuras.