Refrescos con azúcar… y disruptores endocrinos

Un test de laboratorio del Consejo de Consumo Danés THINK Chemicals desvela que todas las latas de refresco analizadas, con marcas tan conocidas como Coca Cola o Pepsi, contienen y liberan contaminantes hormonales.

Otra razón más para desaconsejar el consumo de este tipo de bebidas.

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Extraído de la web del Consejo de Consumo Danés THINK Chemical

Azúcar y disruptores endocrinos

El recubrimiento interior de las latas libera pequeñas cantidades de disruptores endocrinos que interrumpen el funcionamiento del sistema hormonal. Ninguna etiqueta informa de la presencia de estas sustancias tóxicas.

Se sabe que los refrescos no son una alternativa saludable para apagar la sed, entre otras razones por su elevado contenido en azúcar.

Pero ahora un test de laboratorio añade otro motivo que desaconseja este tipo de bebidas: el recubrimiento de las latas, de diferentes tipos de bisfenoles, libera tóxicos al contenido, que se suman al cóctel de sustancias que, a diario, alteran el funcionamiento correcto del sistema hormonal.

El recubrimiento de las latas, de bisfenoles, libera tóxicos que se suman al cóctel de sustancias que alteran el funcionamiento correcto de nuestro sistema hormonal.

Resultados del test de laboratorio

El Consejo de Consumo Danés THINK Chemicals, autor del estudio, clasifica cada refresco según el contenido en tóxicos de sus envases.

Todas las latas de refresco tienen algún tipo de sustancia preocupante por ser disruptores endocrinos, cancerígenos o alérgenos. Estas sustancias son legales pero contribuyen a la exposición total a productos químicos que, en general, pueden suponer un riesgo para la salud. Es lo que se conoce como el efecto cóctel.

Las sustancias que contienen son: Bisfenol-A, clasificado como disruptor endocrino para humanos  y Bisfenol-F, otro de los numerosos miembros tóxicos de la familia de los bisfenoles. También contienen la sustancia llamada BADGE (siglas en inglés del Éter diglicidílico del bisfenol-A), sustancia que, por cierto, aparece en todas las latas analizadas.

Las latas de refrescos son sólo una de las múltiples fuentes de exposición a Bisfenol A que explican por qué el 86% de la gente joven tiene este tóxico en su cuerpo.

Las cantidades encontradas de Bisfenol-A, el más conocido de estos tóxicos, varían entre 1,7 y 3,5 microgramos por lata.  El contenido de Bisfenol-F encontrado fue de 1,6 microgramos por lata. Estas cantidades se encuentran dentro de los límites legales, excesivamente elevados según la Universidad Técnica de Dinamarca.

En lugar de eliminar los bisfenoles, como el Bisfenol A de los materiales en contacto con alimentos, la nueva normativa europea se plantea sólo reducir su cantidad.

El peligro del «efecto cóctel»

A la comunidad científica le preocupa el llamado «efecto cóctel», es decir, el efecto combinado de la exposición a multitud de tóxicos presentes en fuentes cotidianas (alimentos, agua, productos del hogar, cosméticos, etc…).

Ningún experimento puede valorar el efecto sinérgico (el efecto de la mezcla es superior a la suma de efectos de cada tóxico por separado) de la exposición conjunta a una mezcla tan numerosa y variada de tóxicos.

La presencia de disruptores endocrinos en latas de refrescos ha hecho que la Agencia de Seguridad Alimentaria de Dinamarca aconseje tanto a mujeres embarazadas como a niñas y niños que eviten productos en este tipo de envases.

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