El 19,6% de los juguetes de plástico analizados por 17 autoridades europeas, entre las que se encuentra España, incumplen la legislación europea de tóxicos.
Es importante reducir la exposición infantil a estos tóxicos
Plástico tóxico en juguetes
El momento actual, de gran preocupación y acción social por las enormes cantidades de plástico utilizadas por nuestra sociedad a diario, permite ir un paso más allá y poner el foco en su toxicidad y la exposición de los grupos más vulnerables, como la infancia.
Los tóxicos en productos como los juguetes han sido el segundo mayor riesgo para la salud y la seguridad en el mercado europeo durante dos años consecutivos, según un informe de la Comisión Europea sobre la actividad de Rapex en 2017.
Una investigación denominada PROSAFE del Servicio de Vigilacia del Mercado Europeo, llevada a cabo por 17 autoridades entre las que se encuentra España, pone de relieve la exposición infantil a tóxicos a través de los juguetes de plástico.
Tras analizar 255 muestras, el estudio encontró sustancias tóxicas a niveles que incumplen la legislación en el 20% de los casos.
El 20% de los juguetes contienen sustancias tóxicas a niveles que incumplen la legislación.
El análisis se centró en los riesgos asociados a los tóxicos en juguetes plastificados (de plástico blando) como:
- muñecas de plástico: tomaron 121 muestras, de las que 33 (el 27%) contenían tóxicos por encima de los niveles legales,
- juguetes para el baño: de 30 muestras, incumplían la ley 7 (el 23%),
- juguetes inflables: se detectó tóxicos en 10 de las 70 pruebas (14%),
- libros de plástico: no se detectaron tóxicos por encima de los límites permitidos.
Los tóxicos más habituales en los juguetes fueron un tipo de disruptores endocrinos denominados ftalatos. En concreto, el DEHP y DINP.
También se encontró Bisfenol A, otro reconocido disruptor endocrino, en el 10% de las muestras analizadas. El 4% de las muestras incumplen la normativa al superar los límites de PCCC (parafinas cloradas de cadena corta).
Los análisis para otras sustancias como PAH (hidrocarburos aromáticos policíclicos) y elementos como plomo, cadmio y estaño orgánico (todos disruptores endocrinos) no mostraron niveles por encima de la ley.
Respuesta de las autoridades
La respuesta de las autoridades se ha producido, pero una vez que los juguetes ya estaban en el mercado.
Las autoridades de vigilancia emitieron una prohibición de venta del 71% de los juguetes que no cumplen con los requisitos.
48 de las muestras de juguetes fueron calificadas como «riesgo grave» y se emitieron 43 notificaciones de alerta rápida a través del Rapex, el sistema de alerta rápida de la Comisión Europea para productos no alimentarios peligrosos.
Este enlace al RAPEX permite búsquedas por diferentes categorías.
Aunque el número de la muestra no la hace representativa de todo el mercado europeo, sí da una idea la necesidad de luchar contra presencia de tóxicos antes de que entren en el mercado.
Consejos individuales
La exposición a cualquier dosis de contaminantes hormonales en una etapa en la que el cuerpo se encuentra aún en desarrollo debe ser evitada. El hábito de niños y niñas de llevarse los juguetes a la boca sus juguetes, aumenta la exposición.
Los juguetes más baratos y sin advertencias, son los más peligrosos, según el informe. Por esta razón, es preferible optar por menos juguetes, pero de más calidad.
También son preferibles los juguetes hechos con materiales naturales, en lugar de plástico.
Aunque la solución pasa por medidas legales estrictas, las acciones individuales pueden impulsar el cambio. En esta línea, Ecologistas en Acción participa en el proyecto europeo LIFE AskREACH para crear una aplicación de móvil que permita escanear el código de barras de cualquier producto (salvo alimentos y cosméticos) con el objetivo de obtener información sobre las sustancias preocupantes presentes.
Se espera que esta aplicación lleve a compras más informadas y genere un cambio a nivel europeo.