La Comisión Europea acepta a trámite la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) StopGlifosato con la que colabora Ecologistas en Acción.
En junio de 2017, alrededor de 100 colectivos presentamos más de un millón de firmas a la Comisión Europea, solicitando que no renovase el permiso de uso del glifosato.
Una ICE exitosa
En junio de 2017 presentamos más de 1.300.000 firmas, recogidas en tan solo 5 meses.
Este éxito convierte a la ICE contra el glifosato en la que más rápido ha conseguido reunir el número necesario de apoyos, además de ser la cuarta admitida a trámite desde que se inició este procedimiento, en 2012.
Este es, sin duda, el mejor reflejo de que la población europea se preocupa por los pesticidas utilizados en su comida y entorno.
Tras ser enviadas a la Comisión, las firmas han pasado un riguroso escrutinio para eliminar las firmas no válidas según la normativa y que la ICE sea aceptada a trámite, ¡que es precisamente lo que estamos celebrando!
Lucha en los despachos y en la calle
En el último Comité de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (SCOPAFF), que se reunió los días 5 y 6 de octubre, los representantes de los estados miembro no consiguieron alcanzar la mayoría necesaria para renovar o parar la autorización del glifosato. De nuevo, se cierra un SCOPAFF sin llegar a una decisión.
Los países europeos no quieren posicionarse públicamente sobre un herbicida que genera preocupación en su población por sus efectos adversos y al que sobrevuelan cada vez más escándalos.
En 2015, la Agencia Internacional de Estudios sobre el Cáncer, clasificó al glifosato como probable cancerígeno además de ser uno de los plaguicidas sospechosos de ser disruptor endocrino, es decir, alterar el sistema hormonal de humanos y animales. Además, los estudios muestran los daños en el suelo tras su uso prolongado.
A estos problemas se suman los escándalos sobre la manera en que se han realizado los estudios en los que ha basado la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para clasificar como no cancerígeno al glifosato: estudios de la industria que no se han querido hacer públicos y que se han podido ver en una sala sólo tras la denuncia de las ONGs.
Una vez revisados por un toxicólogo externo, se ha encontrado un aumento en los tumores por exposición a glifosato y que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) no tuvieron en cuenta ocho incidencias tumorales estadísticamente significativas.
A todo esto se suma la reciente publicación de los llamados «Papeles de Monsanto”, documentos internos de la compañía que desvelan casos de personas con cáncer de sangre atribuido a su exposición al glifosato y mensajes de toxicólogos de Monsanto admitiendo que el Roundup debería ser clasificado como probable cancerígeno.
Las posturas de los estados europeos
Después de que estos datos hayan llegado a la opinión pública, países como Francia y Austria no ven con buenos ojos dar un sí a la renovación de glifosato. Incluso Italia duda en dar su apoyo.
Otros países, como Alemania, no quieren votar a favor de un tóxico al que se opone su opinión pública. Prefieren dejar la decisión en manos de la Comisión Europea, algo que vuelve a enfadar al Comisario Andriukaitis.
«Ya basta de esconderse detrás de la Comisión Europea y acusarnos, ya basta».
Estas son sus declaraciones al medio Euractiv en el pasado Fórum de Salud Europeo de Gastein, Austria.
Pero el que sí tiene clara su postura frente el glifosato es el Gobierno español, que ha aprobado su reautorización desde el principio del debate, a pesar de las numerosas firmas recogidas en España en contra del herbicida y de las cartas recibidas de organizaciones españolas.
La autorización actual del glifosato termina el 31 de diciembre de 2017. Sin duda, veremos nuevas sorpresas antes de que finalice el plazo.
La Iniciativa Ciudadana Europea sigue recibiendo firmas, queremos llegar hasta los 2.000.000. ¿No has firmado todavía?