Las cremas de sol están durante horas en contacto directo con la piel, desde donde pueden penetrar al cuerpo, por lo que es importante elegir una sin tóxicos, en especial sin disruptores endocrinos.
Consejos frente al sol
Primer consejo: evita una exposición al sol larga y en los momentos centrales del día.
Segundo consejo: Revisa si tu crema de sol tiene ingredientes tóxicos como los disruptores endocrinos.
- Recomendamos evitar los disruptores endocrinos en cremas infantiles ya que en la infancia una interrupción del sistema hormonal puede causar efectos graves e irreversibles, como adelanto de la pubertad e incluso cáncer en órganos relacionados con las hormonas años más tarde.
- También recomendamos que eviten estos tóxicos las mujeres embarazadas y lactantes ya que los disruptores endocrinos pueden llegar desde su piel al bebé o la leche, como demuestra este estudio del CSIC, desarrollado en Barcelona, que encuentra benzofenonas, un filtro solar disruptor endocrino, en la placenta.
El siguiente listado puede ayudarte a saber qué tipo de filtro solar elegir y cuál evitar:
Filtros solares
1.- biológicos
Existen hierbas y vegetales que protegen de la radiación solar como el aloe vera, la jojoba, el germen de trigo, el aceite de karité o de frambuesa, etc.
Los filtros solares biológicos son útiles ya que protegen de la radiación UVA y UVB. Pero sólo para un periodo de tiempo corto, ya que son más inestables que los filtros físicos y químicos.
Por tanto, no recomendamos su uso para largas exposiciones, ni en las horas de mayor radiación (que deberíamos evitar, como indica el primer consejo).
2.- físicos
Los filtros físicos son auténticas pantallas que reflejan la radiación en todo su espectro.
Los filtros más utilizados son el óxido de zinc y el dióxido de titanio.
- El óxido de Zinc (ZiO) es la mejor opción hoy en día, ya que es un buen filtro para la radiación UV. El problema que tiene es que deja residuos blancos en la piel.
Para evitar estos residuos en la piel, se están desarrollando filtros de nanopartículas «nanoZnO». Aunque los estudios indican que no generan problemas, sí que se aconseja que las nanopartículas no superen el 25%.
- El dióxido de Titanio (Titanium dioxide o TiO2) ya no es recomendable desde que en 2006, la Agencia internacional para la investigación del cáncer (IARC) lo clasificara como posible carcinógeno para humanos.
3.- químicos
La mayoría de las cremas de sol tradicionales utilizan filtros químicos, compuestos por sustancias sintéticas, fabricadas por el ser humano.
Cuando los filtros químicos absorben la radiación ultravioleta la transforman en otras frecuencias que no dañan la piel, como calor.
Consejo 3: Recomendamos evitar los siguientes ingredientes en los filtros solares:
- Ethylhexyl methoxycinnamate, también aparece como «octinoxato», «metoxicinamato de octilo» o «OMC»: bloquea la radiación UVB pero es un disruptor endocrino con efectos testados en animales. Según un reciente artículo de Axelstad et al, puede afectar al desarrollo reproductivo y neurológico. Además es un compuesto persistente, es decir, nuestro cuerpo no puede eliminarlo.
Ingredientes de una crema solar de venta en supermercado, con este filtro solar.
- Benzofenonas (BF) como la Benzofenona 3 y 4 (BP-3 y BP-4): Numerosos estudios las relacionan con alteraciones del sistema hormonal.
- 4-Metilbenzilideno camfor (4MBC): disruptor endocrino, puede ser tóxico para la glándula tiroides.
- Homosalato: muy utilizado a pesar de ser útil sólo como barrera a los rayos UVB (no protegiendo frente a la UVA). Los estudios de Krauss (2012) y Schreurs (2005) muestran su capacidad como contaminante hormonal en estudios in vitro, actuando como anti-andrógeno (efecto opuesto al de las hormonas masculinas). Se ha encontrado en la leche humana.
- Octisalato (ethylhexyl salicylate): Utilizado en las cremas solares para ayudar aumentar la absorción y duración en la piel. Puede afectar al sistema inmune, crear dermatitis y otras alergias. Existen alternativas seguras disponibles.
- Palmitato de retinol (Retinyl palmitate): Es un producto artificial, a diferencia del retinol natural, una forma de vitamina A. Es habitual en productos anti-edad y cremas solares. Utilizarlo puede acumular demasiada vitamina A en el cuerpo lo que puede llevar a daños en el desarrollo fetal y malformaciones.
- PABA (ethyl-4-aminobenzoate, benzocaína) y OD-PABA (ácido octil dimetil aminobenzoico) disruptores endocrinos que puede aparecer bajo numerosos nombres alternativos.
- Octocrileno: puede causar fuertes dermatitis y al ser expuesto a la luz (algo sorprendente para un filtro solar).
Más sencillo: busca la etiqueta ecológica
Revisar los ingredientes utilizados por la industria cosmética es toda una aventura debido a los nombres largos y complejos que utiliza.
Para evitarte este trabajo, puedes optar por una crema solar con etiqueta ecológica (no te fíes de las expresiones 100% natural y órgánico).
Consejo 4: Busca productos con etiqueta ecológica
¿No sería más fácil que la industria cosmética utilizara el principio de prudencia a la hora de elegir sus ingredientes? Hasta entonces, debemos recordar que «legal» no es sinónimo de «seguro».