Supongamos que queremos hacer una macedonia. Sabemos qué frutas pondremos pero, ¿sabemos cuántos plaguicidas se unirán al «cóctel» sin que nos demos cuenta?
Nos basamos en datos oficiales, de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que anualmente toma muestras de alimentos de venta en España para averiguar cuántos plaguicidas contienen nuestras frutas.
Receta sencilla de cóctel de frutas con plaguicidas
Vamos a hacer una macedonia sencilla. Para ello contaremos con las siguientes frutas: fresas, naranjas, manzanas, peras, melocotones y plátanos.
Pero, sin darnos cuenta, otros ingredientes tóxicos se «colarán» en nuestra macedonia si las frutas proceden de agricultura industrial:
- Fresas + 22 pesticidas (5 de los cuales son disruptores endocrinos)
- Peras +49 pesticidas (16 de los cuales son disruptores endocrinos)
- Manzana + 32 pesticidas (13 de los cuales son disruptores endocrinos)
- Naranja + 18 pesticidas (8 de los cuales son disruptores endocrinos)
- Melocotón 16 pesticidas (9 de los cuales son disruptores endocrinos)
- Plátanos + 9 pesticidas (3 de los cuales son disruptores endocrinos)
En total, nuestra macedonia tiene 6 frutas y residuos de ¡21 pesticidas disruptores endocrinos diferentes!
Así que la receta debe completarse con: captan, clorotalonil, clorpirifós, cipermetrina, deltametrin, fenoxicarb, iprodione, lambda-cialotrin, maneb, mancoceb, metiocarb, miclobutanil, penconazole, pirimetanil, tebuconazole, tiacloprid, pirimicarb, tiofanate-metil, propiconazol, piriproxifeno y bupirimato.
Todas estas sustancias constituyen un cóctel con capacidad de alterar el sistema hormonal y cuyo efecto combinado a largo plazo NUNCA se ha investigado.
Las investigaciones científicas relacionan su exposición con una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama y próstata (los dos tipos de cáncer con mayor incidencia en 2016), daños a la tiroides y al cerebro infantil, diabetes tipo 2, obesidad, malformaciones congénitas y pérdida de fertilidad, entre otros efectos adversos.
¡Puedes hacer tu propia receta y averiguar cuántos pesticidas comes!
Sabemos que puede parecer poco apetecible, pero merece la pena el ejercicio. Utiliza la siguiente tabla o la que aparece en el anexo 3 del informe «Directo a tus hormonas» para elaborar tus propias recetas y ver cuántos pesticidas disruptores endocrinos comes habitualmente.
No existe una dosis de exposición segura a los pesticidas disruptores
Recuerda, para los disruptores endocrinos no funciona la máxima de «La dosis hace el veneno«. Al contrario de lo que ocurre con otras sustancias, los contaminantes hormonales pueden causar daños a concentraciones tan pequeñas como las que se encuentran las hormonas, del orden de 0.000000001 gramos).
Por esta razón, el Límite Máximo de Residuo que fija la legislación, mucho más elevado, no protege contra los efectos de los contaminantes hormonales.
¿Cómo evitar estos pesticidas en los alimentos?
La solución, por supuesto, no es dejar de consumir frutas y verduras que son una parte importante y rica de una dieta sana. Pero se puede:
- Consumir productos ecológicos, siempre que sea posible. La creciente oferta de cooperativas y pequeños productores está ayudando a que bajen los precios de estos productos que, además de más sanos por la menor cantidad de residuos de pesticidas, son más ricos en nutrientes (por ejemplo, las naranjas ecológicas tienen más vitamina C que las convencionales), ayudan a crear redes de comercio local y son mucho más sabrosos.
- Si no puedes comprar productos ecológicos, compra frutas y verduras de temporada (te evitarás los pesticidas usados para conservarlos) y de cercanía (evitas costes de transporte). También serán más baratos.
- Lava muy bien y pela la fruta y verdura, para eliminar los pesticidas que quedan en la cáscara.
Cultivar sin pesticidas no sólo es posible, sino que es necesario.
Hay alternativas viables a los pesticidas. La Semana Sin Pesticidas, acto internacional secundado por más de 400 organizaciones demuestra, que como dijeron recientemente relatores de la ONU, la necesidad de pesticidas para alimentar al mundo es un MITO.
¿Qué ocurre con la regulación de estos tóxicos?
Nada de esto sería necesario si esta semana, en Bruselas, se aprobase una regulación adecuada de los plaguicidas disruptores endocrinos.
Por desgracia, la propuesta de regulación que ha presentado la Comisión Europea no va a ser eficaz para eliminar del mercado los plaguicidas que afectan al sistema hormonal de humanos y de animales.
Deberemos confiar en que nuestras autoridades locales y regionales tomen otras medidas para proteger la salud de su población y eviten que se exponga a diario a un cóctel de al menos 33 pesticidas disruptores, sólo a través de los alimentos.
Los datos proceden del informe de Ecologistas en Acción «Directo a tus hormonas. Guía de residuos de plaguicidas disruptores en los alimentos españoles«.