La vuelta al colegio suele conllevar una de las peores pesadillas de cualquier padre o madre: los piojos.
Es importante revisar los tratamientos que utilizamos ya que algunos pueden tóxicos.
Algunos tratamientos contra los piojos utilizan como principios activos sustancias como el malatión y la permetrina que son disruptores endocrinos. También algunos tratamientos naturales, como el árbol de té, pueden afectar al sistema hormonal de los niños y niñas.
Es importante conocer tratamientos pediculicidas realmente inocuos ya que las niñas y los niños son el grupo de población más vulnerable a los contaminantes hormonales.
1) Evita los pesticidas sintéticos
Deben evitarse los preparados de insecticida que tienen como principio activo tóxicos como el organofosforado malatión, el piretroide permetrina ya que todos son contaminantes hormonales relacionados con daños al desarrollo neuronal, la diabetes y cánceres en tiroides, óvulos y testículos, entre otros efectos adversos.
Aunque los fabricantes calculan una concentración con la que pretenden que la «dosis» se considere segura, al tratarse de disruptores endocrinos no existe dosis de exposición segura.
Además, los niños expuestos a insecticidas en casa tienen una probabilidad entre un 43 y un 47% mayor de padecer leucemia o linfoma que los no expuestos, según desvela un análisis publicado en la revista “Pediatrics”, así que mejor evitar estas sustancias siempre que sea posible.
Además, estos daños son especialmente graves e incluso irreversibles en el caso de niños y niñas, principales usuarios de estos tratamientos.
Y por supuesto, para el feto si hay exposición intrauterina a través de la madre. Es lógico, porque en estas «ventanas de vulnerabilidad» las hormonas cumplen labores fundamentales, desde marcar el inicio de la pubertad hasta la formación de órganos dentro del útero materno.
En la siguiente figura se puede observar cómo hasta la etapa post natal hay sistemas, como el nervioso, el inmunitario y el reproductor, que se encuentran en formación y en las que la exposición a disruptores endocrinos puede causar graves efectos adversos (fuente: Estado de la ciencia de los disruptores endocrinos, PNUMA 2012
2) Evita otros tratamientos disruptores
Este estudio relaciona el uso de cosméticos de aceite de lavanda y árbol de té con casos de ginecomastia o crecimiento anormal de la glándula mamaria en niños.
Aunque aún debe investigarse más, al haber alternativas a estos aceites, recomendamos ser prudentes y evitar su uso.
La exposición a cualquier pequeña cantidad de un contaminante hormonal puede generar efectos adversos ya que, al igual que las hormonas, bastan pequeñas cantidades de un disruptor endocrino para causar daños a la salud.
3) Sigue los consejos de Salud Ambiental
Podemos seguir las recomendaciones del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, de la especialidad de Salud Medioambiental:
- Mantén una higiene adecuada y realiza cepillados frecuentes y preventivos.
- Busca indicios de picaduras y/o liendres detrás de las orejas
- Peina cuidadosamente el pelo previamente untado de acondicionador. También se puede utilizar vinagre de manzana.
- Lava a alta temperatura todas las toallas o sábanas en contacto con el pelo para evitar la propagación.