Aún hay una oportunidad para que el Gobierno español proteja la salud y el medio ambiente de su población frente a la propuesta de definición de «contaminante hormonal» de la Comisión Europea. Esta propuesta, presentada el pasado 15 junio, fija unos límites tan rígidos para la definición de estos tóxicos, que en la práctica, la gran mayoría de estas sustancias quedarían sin regular. No sólo eso, la Comisión se extralimita en sus poderes y cambia a su antojo la normativa de plaguicidas y biocidas, sin estar capacitada para realizar ese cambio.
La reunión del Consejo de Medio Ambiente del próximo lunes 20 de junio, será la oportunidad para intentar modificar la propuesta de la Comisión y defender la postura que siempre ha defendido España respecto a los contaminantes hormonales: seguir los criterios de definición planteados por la Organización Mundial de la Salud e introducir categorías adicionales basadas en la fortaleza de la evidencia existente (opción 3 de la Hoja de Ruta de la Comisión).
Con los criterios de la OMS, se podrán regular un mayor número de contaminantes hormonales (también llamados disruptores endocrinos) y por lo tanto, aumentar considerablemente la protección de la salud de la población, que puede quedar totalmente desprotegida si se aprobara la propuesta de la Comisión.
Tal es la preocupación entre los miembros de la coalición EDC Free, formada por más de 70 organizaciones de profesionales de la salud, medio ambiente y consumidores y a la que pertenece Ecologistas en Acción, que hemos escrito cartas a todos los Ministros de Medio Ambiente, argumentando por qué deben hacer frente a esta propuesta.
Aquí se puede descargar la Carta enviada a la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente Dª Isabel García Tejerina.
Los dos puntos que recordamos a la Ministra:
La propuesta de la Comisión exige que para que una sustancia sea identificada como EDC debe existir “una elevada evidencia de daños en seres humanos tras la exposición” lo que implica que los humanos y el medio ambiente tendrán que resultar dañados antes de que se tomen medidas de reducción de un determinado contaminante. Sin embargo, con otras sustancias tóxicas no ocurre lo mismo, basta con que haya pruebas de su toxicidad en ensayos de laboratorio o pruebas en animales. De seguir adelante la propuesta, los ensayos de los disruptores endocrinos se harán sobre nosotros.
No queda ahí sólo la «extraña» actuación de la Comisión respecto a estos contaminantes. Además, la Comisión se extralimita en sus poderes y propone, unilateralmente, cambios en el texto de la normativa de fitosanitarios, acordada conjuntamente entre Consejo, el Parlamento y la Comisión.
Estos cambios ignoran el Principio de Precaución, clave en la normativa europea: del texto anterior, que prohibía los disruptores endocrinos que “pueden causar efectos adversos”, la Comisión decide reescribir el texto a «disruptores endocrinos que se sabe causan efectos adversos”. Según Pesticide Action Network, con este cambio en la normativa de pesticidas no se prohibirán ninguna de las 70 sustancias activas con efectos en el sistema endocrino que se comercializan hoy en día.
Esta polémica propuesta llega con dos años y medio de retraso y precedida de una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo y de polémica por influencia de los lobbies industriales. Puedes leer más aquí:
La Comisión decide: años de daños en la salud antes de prohibir un contaminante hormonal
“Contaminantes hormonales: la historia secreta de un escándalo”