Toda la población está expuesta a los contaminantes hormonales o disruptores endocrinos. Pero el embarazo y la infancia son los momentos más vulnerables a estos tóxicos ya que las hormonas juegan un papel fundamental en los cambios que se producen en los niños y niñas.
Para un correcto desarrollo, es necesario que las hormonas se produzcan en el momento adecuado y en la cantidad adecuada. Cualquier variación en estos parámetros puede generar un daño irreversible en el recién nacido: autismo, hiperactividad, malformaciones, obesidad, diabetes y cánceres en órganos relacionados con las hormonas son algunos de los daños que las investigaciones relacionan con este tipo de contaminación química:
Ecologistas en Acción traduce el vídeo de Women in Europe for a Common Future (Mujeres Europeas por un Futuro Común). Este vídeo permite reducir la exposición a los contaminantes hormonales de forma muy sencilla, con 5 valiosos consejos, que son válidos tanto para personas embarazadas como para quien no lo esté.
Esta información es importante ya que según la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), que reúne 7.000 científicos de la salud reproductiva y obstetras, cada vez es más evidente la relación entre la exposición prenatal a químicos y una mala salud. Por eso, reclaman un mayor esfuerzo:
“Estamos sumergiendo nuestro mundo en productos químicos no probados e inseguros y el precio que estamos pagando en términos de nuestra salud reproductiva es muy preocupante “, dijo Gian Carlo Di Renzo, MD, PhD, Secretario Honorario de la FIGO y principal autor de la opinión de FIGO.