Los ciudadanos europeos deciden proteger su salud ante la falta de acción de sus autoridades respecto al glifosato. Mientras, la industria agroquímica se declara «irritada» por la influencia de los ecologistas.
La presión ciudadana ha hecho que aumente la indecisión entre los Estados Miembro sobre la continuidad otros 15 años más del glifosato en Europa.
El origen de la controversia es la diferencia de opinión sobre el potencial cancerígeno del herbicida entre dos de las grandes instituciones de salud mundial: por un lado, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, que clasificó el glifosato como «probable cancerígeno». Por otro, la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA), que considera que el glifosato no supone peligro para la salud.
Esta falta de consenso científico, junto a la presión ciudadana, ha hecho que países con gran peso específico dentro de la Unión, como Francia, Holanda e Italia, se opongan a la prórroga de la autorización del herbicida. Otros, como Alemania, no han votado por falta de acuerdo entre sus propios ministros de agricultura y medio ambiente o se abstienen por falta de datos concluyentes. En total, a favor de la renovación se sitúan 17 países, que suman 47’8% de la población de la Unión, lejos del 65% necesario para que se renueve la autorización. Como consecuencia, la decisión se ha pospuesto hasta la próxima reunión del comité, probablemente en mayo.
Los representantes de la industria pesticida, están molestos por el retraso en la votación, del que han acusado a los grupos ecologistas. Según Jean-Charles Bocquet, director de la Asociación Europea para la Protección de Cosechas (ECPA en inglés), el lobby que representa los intereses de los productores de agroquímicos en Europa, como Basf, Monsanto, Syngenta, Bayer o Dow AgroSciences o DuPont:
“Nos molesta que los países hayan sido influidos por la presión política del comité ambiental del Parlamento Europeo, las ONGs y el principio de prevención”.
Como la autorización de uso del glifosato finaliza este mes de junio, la Comisión solicitó una ampliación del periodo de autorización de otros 15 años, a petición de la industria pesticida. Tras la falta de acuerdo, lo más probable es que la Comisión presente en mayo otra propuesta modificada, que solicite un periodo de autorización menor al de 15 años y presente una lista de coadyuvantes o co-formulantes que deban ser prohibidos.
Madrid elimina el glifosato
Mientras las autoridades europeas sucumben a la influencia de la industria pesticida, los ciudadanos toman sus propias medidas para proteger su salud y la de su entorno. Madrid ha decidido eliminar progresivamente el uso del glifosato en sus jardines y parques, como ayer felicitó Ecologistas en Acción desde su página.
Ver link a la Nota de Prensa de Ecologistas
El Ayuntamiento de Madrid sigue así el principio de prevención y aprueba una moción contra el glifosato, con lo que se suma voluntariamente a la lista de municipios libres de glifosato, entre los que se encuentran Zaragoza y Barcelona.
Ver nota del Ayuntamiento de Madrid
Según el informe de Madrid Salud: “si bien en el momento actual su utilización está permitida a nivel europeo, las últimas consideraciones al respecto de su probable efecto cancerígeno, avoca a la consideración del “principio de prevención” por lo que desde Madrid Salud se mantiene el criterio de evitar la utilización de productos fitosanitarios que contengan glifosfatos en el municipio de Madrid, en tanto no se aclare el debate científico al efecto”.
Si estás interesado en que tu localidad haga lo mismo, ponte en contacto con Ecologistas a través de este mail: nobiocidas@gmail.com