Dejamos el año 2015 con una muy buena noticia: tanto el Ayuntamiento como la Diputación de Barcelona deciden por unanimidad la eliminación del uso del herbicida glifosato en sus zonas verdes, atendiendo a las mociones presentadas por varias organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción.
Y es una gran noticia porque se reducirá la exposición de la población a un contaminante hormonal al que los estudios científicos relacionan con toxicidad subaguda y crónica, anomalías en el esperma y trastornos reproductivos y que, además, ha sido declarado como probable cancerígeno para humanos por la Organización Mundial de la Salud. Los grupos más vulnerables a sus efectos son los niños, las mujeres embarazadas y los enfermos crónicos. También afecta gravemente a los ecosistemas naturales, ya que es muy soluble en agua y pasa a los acuíferos, que están gravemente contaminados.
La patente del glifosato de Monsanto, el famoso “Roundup” expiró en 2000, pero su principio activo aún está en el mercado bajo numerosas marcas. En nuestro entorno, el uso de este herbicida es habitual a dosis presuntamente «controladas», para matar “malas hierbas” y arbustos en jardines, zonas infantiles, carreteras o vías de tren. Pero, ya sabemos que para un disruptor endocrino (EDC) no existe una dosis segura y los datos muestran su presencia en nuestros acuíferos (11 acuíferos catalanes están contaminados, con concentraciones medias de 0.11 µg/L), en nuestros cuerpos (en orina y en la leche materna), e incluso en el aire, sin que la población haya tenido conocimiento de los riesgos.
En lugares de agricultura industrial, con transgénicos resistentes a este herbicida, el glifosato se fumiga extensivamente, causando graves daños en la población lugareña, como defectos de nacimiento y cáncer, entre otros (ver estudio de cultivo de soja en Argentina). El glifosato de estos cultivos llega a nosotros como residuo en alimentos o en materiales como el algodón.
Existen alternativas viables
En nuestros municipios, existen alternativas ecológicas y sencillas al uso del glifosato. Cada vez más ayuntamientos están aceptando mociones como la presentada en Barcelona y se están comprometiendo a desarrollar una jardinería ecológica, sin pesticidas químicos, con más trabajo humano y evitando especies no adaptadas al medio. También se están comprometiendo a realizar campañas informativas para evitar el uso privado de estos pesticidas y a estudiar los efectos en la salud de los profesionales de la jardinería y de la agricultura, que son los que mayor exposición sufren. De hecho, el comité de empresa de Parques y Jardines de Barcelona ha sido uno de los promotores de la moción.
Como con otros tantos problemas de salud y ambientales (dimensiones que van absolutamente unidas), la población civil se está encargando de dar los pasos necesarios para eliminar este tóxico de su entorno ante la falta de actuación de las autoridades españolas y europeas en torno a los contaminantes hormonales (basta recordar el juicio a la Comisión por su falta de actuación contra los contaminantes hormonales en biocidas y la bochornosa actuación de la EFSA en referencia al glifosato, ambas recogidas en dos posts de este blog).
Campaña para conseguir municipios sin glifosato
Queremos que la lucha contra la contaminación química sea un objetivo para el año 2016. El primer paso, va a ser la lucha contra el glifosato en nuestros pueblos y ciudades, para lo que daremos información en nuestro blog sobre su toxicidad, los avances legales, así como modelos de mociones que podréis presentar en vuestros ayuntamientos.
Pero queremos que el glifosato sea la punta de lanza para dar a conocer otros pesticidas que quedan como residuos en nuestros alimentos, en el agua o en el aire y para desarrollar una agricultura ecológica.
Ponte en contacto con nosotras a través del mail nobiocidas@gmail.com para preguntar cualquier duda de cómo presentar una moción a tu ayuntamiento, o si quieres cualquier información.
Moción presentada al ayuntamiento de Barcelona
Moción presentada a la Diputación de Barcelona
¡Feliz 2016!