Una decisión prejudicial del Tribunal de Justicia Europeo pone fin a los permisos al tratamiento semillas con plaguicidas neonicotinoides, prohibidos por causar estragos en los polinizadores.
La sentencia pone fin a las autorizaciones de emergencia a neonicotinoides
El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha publicado una decisión prejudicial que declara que proporcionar excepciones para el tratamiento de semillas con un plaguicida neonicotinoide prohibido no se ajusta a la legislación europea.
Esta sentencia, que responde a una denuncia de la Red de Acción contra Pesticidas y un apicultor belga, es una gran noticia ya que pone fin a casi la mitad de las excepciones concedidas por los Estados miembros a plaguicidas prohibidos.
Además, destaca la obligación de todos los Estados miembros de tomar todas las medidas necesarias para promover el control de plagas con bajo consumo de plaguicidas, dando prioridad a los métodos no químicos siempre que sea posible, tal y como dice la ley europea.
Autorizaciones de emergencia en España
España (y toda Europa) siguen utilizando ampliamente plaguicidas prohibidos por ser cancerígenos, mutagénicos, genotóxicos, por tener fuertes impactos en el medio ambiente o ser muy tóxicos para las abejas, haciendo un mal uso de las autorizaciones de emergencia.
Así, España ha otorgado numerosas autorizaciones de forma arbitraria y rutinaria, muchas veces antes de que existiera ninguna plaga, y sin solicitar la información técnica que justificara la necesidad de emplear una sustancia prohibida, como Ecologistas en Acción ha denunciado en varios informes.
A partir de esta sentencia, el Ministerio de Agricultura no podrá autorizar el uso de plaguicidas neonicotinoides para impregnar semillas.
Los neonicotinoides se prohibieron por el daño que provocan a los polinizadores, pero España lleva años repitiendo permisos a los neonicotinoides clotianidina y tiametoxan, con el pretexto de proteger al sector azucarero. Las pérdidas económicas, aunque graves, no pueden justificar la aplicación de una autorización de emergencia, y menos de forma rutinaria.
Por desgracia, la sentencia no se aplica a otros plaguicidas prohibidos, como el cancerígeno 1,3dicloropropeno, que seguirá rociándose masivamente (es el tercer plaguicida más comercializado en 2019) para el cultivo de fresas y otros frutos rojos.
Autorizaciones de emergencia en Europa
Un nuevo informe de la organización PAN Europe revela que la hipocresía de prohibir pesticidas a nivel de la UE pero luego otorgar excepciones se produce en casi todos de los Estados. Concluye que, entre 2019 y 2022, se concedieron 236 autorizaciones de emergencia a 24 sustancias activas (ver gráfico):
La industria de los plaguicidas es la principal solicitante de excepciones. Muchos Estados miembros simplemente ceden.
Casi la mitad de las autorizaciones investigadas se concedieron para el uso de plaguicidas neonicotinoides prohibidos. Por eso, la sentencia es una victoria que protegerá a los polinizadores a los que evitará verse expuestos de nuevo a estos tóxicos capaces de causar pérdidas masivas a las colonias.