Los ríos españoles están contaminados con pesticidas que son contaminantes hormonales y que pueden afectar a la salud de las personas y los ecosistemas, según Dolores Romano, Responsable de Químicos de Ecologistas en Acción.
46 plaguicidas distintos en nuestros ríos
«46 plaguicidas distintos, 26 de los cuales son disruptores endocrinos». Este es el resultado de la investigación que Ecologistas en Acción ha desarrollado con los datos de los propios organismos de cuenca de la Península.
Los plaguicidas disruptores endocrinos alteran el ciclo vital: al reducir las poblaciones de insectos afectan a toda la cadena alimentaria que se alimenta de ellos. Además, dañan la capacidad de reproducción de todas la especies como aves, reptiles o anfibios, lo que provoca una grave pérdida de especies y biodiversidad.
El plaguicida más frecuente en nuestros ríos es un insecticida, el clorpirifós, un neurotóxico y disruptor endocrino que afecta al desarrollo neurológico del feto.
El 70% de los plaguicidas de nuestros ríos son sustancias prohibidas y son cancerígenas, no se degradan y son muy persistentes, como el DDT.
Existen soluciones a este problema de salud pública. Una es que el Gobierno deje de dar permisos de uso a plaguicidas prohibidos por la ley. Otra solución es recuperar las huertas locales y de cercanía que no usen plaguicidas ni fertilizantes químicos.
Para más información aquí puede descargarse el informe «Ríos hormonados«.