¿Votará España el próximo 27 de abril a favor de la prohibición de tres insecticidas neonicotinoides peligrosos para las abejas?
Un nuevo estudio cuestiona la eficacia de estos pesticidas y la existencia de alternativas sostenibles, ¿qué razones tendría España para apoyar los neonicotinoides?
España debe oponerse a los neonicotinoides
Cuando en marzo de 2017, la Comisión Europea propuso ampliar la prohibición de tres insecticidas neonicotinoides (clotianidina, imidacloprid y tiametoxam), algunos estados miembro-entre ellos, España-, solicitaron esperar a las conclusiones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para definir su posición.
Por fin, en febrero de 2018 y tras revisar más de 1.500 estudios científicos, la EFSA confirmó que los tres insecticidas representan un grave peligro para las abejas.
Los estudios de la EFSA corroboran que las restricciones parciales impuestas por la Unión Europea en 2013, y apoyadas por España, son insuficientes. Por esta razón, el próximo 27 de abril, los estados miembros votarán la prohibición de los tres neonicotinoides.
España aún no se ha posicionado a favor de la prohibición.
Más de 110 entidades españolas e internacionales pedimos en carta abierta a la ministra Tejerina que apoye la prohibición de los tres insecticidas tan peligrosos para las abejas.
Puedes ver el texto de la carta y los firmantes aquí.
Una oportunidad única
La votación sobre los neonicotinoides es una oportunidad única para que España demuestre su compromiso real con la protección de las abejas y otros polinizadores.
Así, demostrará que su adhesión a la Coalición Para la Conservación de los Polinizadores durante la Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad, en diciembre de 2016, es algo más que una mera declaración de intenciones.
Por otra parte, cada vez existen más dudas sobre los beneficios de los neonicotinoides para el control de plagas. Una reciente investigación de un panel científico internacional (el Grupo de Trabajo sobre Plaguicidas Sistémicos), sugiere que los neonicotinoides no son tan efectivos como se pensaba y pueden ser reemplazados por alternativas sostenibles.
Si dañan al medio ambiente, ponen en peligro la obtención de alimentos y existen alternativas sostenibles, ¿a quién interesa que se sigan utilizando los neonicotinoides?
¿Por qué España no muestra una posición firme en contra de los neonicotinoides y por extensión, otros plaguicidas preocupantes?